viernes, 20 de febrero de 2009

DON CARNAL Y DOÑA CUARESMA

En este fin de semana se celebra por toda nuestra geografía las fiestas de Carnaval y el próximo día 25 de febrero será Miércoles de Ceniza. Son dos celebraciones que van estrechamente unidas de la mano, puesto que es una la que da paso a otra.
La palabra carnaval significa adios a la carne, y su origen se remonta a los tiempos en los que, por falta de métodos de refrigeración adecuados, los cristianos tenían la necesidad de acabar antes que empezara la Cuaresma con todos los productos uqe no se podían consumir durante ese periodo (y no sólo carne, sino también leche, huevos, etc.). Con este pretexto, en muchas localidades se organizaban el martes anterior al miércoles de ceniza fiestas populares llamadas carnavales, en los que se consumían todos los productos que se podrían echar a perder durante la Cuaresma. Pero muy pronto empezó a degenerar el sentido del Carnaval, convirtiéndose en un pretexto para organizar grandes comilonas, y para realizar también todos los actos de los cuáles se "arrepentirían" durante la Cuaresma, enmarcados por una serie de festejos y desfiles en los que se exaltaban los placeres de la carne de forma exagerada, tal y como sigue sucediendo en la actualidad en algunos de los Carnavales, como puede ser el de Brasil.
El Miércoles de Ceniza es un día de ayuno y abstinencia. Según la tradición católica, la abstinencia obliga a partir de los 14 años, y el ayuno desde los 18 a los 59 años. El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte durante el día, y la abstinencia es o comer carne. Es un modo de pedirle perdón a Dios por nuestros pecados, y decirle que queremos cambiar en ese aspecto.
La oración también es muy importante en este caso, porque nos ayuda a estar más cerca de Dios, y para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior. Necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios.
Para que nuestra oración tenga fruto debemos evitar lo siguiente:
- La hipocresía, porque Jesús no quiere que oremos para que los demás nos vean llamando la atención con nuestra actitud exterior. Lo que importa es nuestra actitud interior.
- La disipación, que quiere decir que hay que evitar las distracciones lo más posible.
- La multituld de palabras, es decir, que no se trata de hablar mucho o repetir oraciones de memoria, sino de escucha a Dios.
Concluyendo, la ceniza no es un rito mágico que nos quita los pecados. Nuestros pecados son perdonados a través de la reconciliación con uno mismo y con Dios, y con el arrepentimiento sincero y profundo por nuestra parte.
Comienza la Cuaresma. Es un tiempo de pedir perdón a Dios y a nuestro prójimo, y también es un tiempo de perdonar a todos aquellos que, de alguna forma u otra, nos han ofendido o nos han podido hacer algún daño. Es el tiempo de prepararnos para llegar en óptimas condiciones a la Semana Grande en la que conmemoraremo la muerte de Cristo y celebraremos su resurrección. Ya sí que se le ven las orejas a ese periodo tan especial para todos los cofrades, y en el cual nos sentimos profundamente inmiscuidos e implicados. Vamos a tomar la Cuaresma como ese tiempo de reflexión pofunda para renovarnos por dentro y exteriorizarlo hacia fuera a través del perdón y la reconciliación.
(Editorial del 20 de febrero del programa "A Golpe de Llamador" de Onda Cero Radio).

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