martes, 24 de noviembre de 2009

SOLEDAD NECESARIA, INCOMPRENDIDA, NO DESEADA...


En la estancia se encontraba él solo, solitario frente a lo único que le acompañaba: la soledad. El vacío le carcomía por dentro hasta dejarlo sin vida interior, hasta convertirlo en un despojo vegetal carente de interés por lo más esencial y, por ende, mucho menos por lo más accesorio.


La ausencia del olor de su piel, de la suavidad de su cabello resbalando sobre su hombro, el tacto de sus dedos recorriendo su espalda se habían desvanecido de la noche a la mañana. Todo desapareció casi por arte de magia en un desasosegante canto a la desesperanza y una desesperada lucha por la supervivencia.


Pero ya todo era distinto. La pesadumbre sobrevolaba su corazón de modo constante, como si de un vigilante se tratase, que no dejara pasar nada ni nadie a su interior. Como el agua helada dentro de una roca, la sangre redujo su temperatura hasta helar arterias y venas, hasta ya no poder definir su casi olvidada sensibilidad.


Lo inusual se convirtió en el pan suyo de cada día, aquella incomprensión hecha segundos que se hacían interminables siglos de sufrimiento, remordimiento y aflicción. Nada sería igual tras la marcha del amor.


La oscura cara de la vida se había destapado con fuerza inusitada para describirle la peor de las situaciones inimaginables. Y nada podía hacer para despegar aquella sensación de su piel herida por la incomprensión y la indiferencia.


Desde la distancia, todo nos parece distinto a cuando lo vivimos desde dentro. El cegador foco de impotencia y tristeza nos impide ver la luz estelar que nos muestra otro camino posible, otra salida válida, otro por qué el cual no habíamos contemplado anteriormente. Por eso es necesario mirar a través de los ojos de los demás, a través de corazones que no están viciados por la incredulidad, para darnos cuenta de que lo negro no es tan negro, y que el gris es una combinación con blanco.


Para todos aquellos que han sufrido desamor en sus vidas...

EL RESURGIR


Tras una temporada de barbecho, retomo el blog para contar cosas. Algunas buenas, otras controvertidas, haciendo el hueco a la poesía y a los amigos. Gracias, amigo David por darme el impulso para espabilarme...

viernes, 7 de agosto de 2009

BAILE DE VOCABLOS

Soplo calmado en la distancia,
temblor derramado en la estancia,
susurros de gritos ahogados,
en los vanos tiempos olvidados.

Espacio concedido por la vida,
meditación desparramada,
una brisa suave que me cuida,
y una calidez brota ilusionada.

Todos las palabras han volado,
se las llevó todas el viento,
palabras certeras,sones olvidados,
ya huyó de mi lo que siento.

Nueva etapa amanecida,
nuevo sol que nos atrapa,
cuando la luna muere vencida,
y la mañana se nos destapa.

La piedra ondea en los cielos,
el verbo se desnuda con vergüenza,
y la estrella luce con recelo,
allí donde la mar se afianza.

Palabras sin sentido que se casan,
para hacer poesía con el alma,
sentido trascendido de confianza,
hacia aquellos que la leen con calma.

jueves, 6 de agosto de 2009

TIEMPO PASAJERO, TIEMPO DESPRENDIDO

Los minutos discurren solitarios,

imperceptiblemente para la vida,

transcurren sigilosos,

acumulando horas vividas.



Minutos rebosantes de experiencias,

experiencias rebosantes de vida,

vida rebosante de vida,

vida caminante embravecida.



Tiempo que no da ni un respiro,

y que se pierde en el camino,

tiempo que no sabe de esperas,

tiempo que se escapa de las manos.



Aprovecha, amigo mio,

esta dimensión incontrolable,

que los días sean días,

y a noches agradables.



No te arrepientas de no hacer,

y disfruta del intento,

que la vida es un minuto,

que se pierde en un instante.



(Los misterios del tiempo como dimensión.)

(9 de agosto de 2009)

EL PESO DE LA ENSOÑACIÓN

Sobre la brisa calmada,
sobre el cielo estrellado,
colmado de luceros hermosos,
que coronan la noche.

Cuanto cuesta olvidarte,
aunque el tiempo se haga dueño,
de las noches y las tardes,
y deslice un tupido velo.

Cuánto cuesta olvidarte,
cuantas noches pensando,
en sueños que hubieran sido,
y que volaron por siempre.

Cuánto cuesta olvidarte,
desde el sur al norte,
desde los puntos cardinales,
de mi corazón anhelante,
del fruto de una añoranza,
que en idioma extranjero,
y alma manchega,
conquistó mi corazón...

(Recuerdos de ayer)
(6 de agosto de 2009)

jueves, 4 de junio de 2009

LA FEDERACIÓN DE PLANETAS INFORMA


El pasado miércoles 3 de junio, la absolutamente insuperable Leire Pajín (cuyo apellido suele dar mucho juego en chascarrillos informales), hizo un comunicado interplanetario de sublime importancia. Les reproduzco literalmente las palabras de esta política de "excepcional visión global planetaria".




"Les sugiero que estén atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta: la coincidencia en breve de dos presidencias progresistas a ambos lados del Atlántico, la presidencia de Obama en EEUU y Zapatero presidiendo la UE".

La coincidencia en el tiempo de Obama y Zapatero en la UE supondrá "una esperanza para muchos seres humanos".

"La mirada que el nuevo presidente está dando al mundo (Obama), y la mirada que incluso impregna a las respuestas a la crisis económica internacional, tiene mucho que ver con la mirada y las políticas que hemos puesto en este país fuera y dentro de nuestras fronteras", ha añadido la número tres socialista.





No se vosotros, pero a mí se me han quedado los ojos como platos al verla soltar tal comunicado. Los ojos como platos, los oídos se me han llenado de cerumen por lo escuchado, se me han paralizado las neuronas y me han salido puntiagudos apéndices en los pabellones auditivos a modo de un capitán Spok del siglo XXI.





Recientemente he visto la nueva entrega de Star Trek. Y ha sido imposible que mi memoria no relacione ambos acontecimientos. He imaginado que Pajín es una consejera de la Federación de Planetas haciendo un comunicado vital a todos los representantes del universo conocido.




Me parece que "la Pajín" se ha hecho una "pajín mental", o cenó poco la noche anterior, o tuvo un trastorno bipolar que le hizo teletransportarse a los mundos de Yupi, y tener un sueño erótico con los teletubbies. Y claro, todo esto trastorna. Trastorna hasta tal punto que subraya como gran acontecimiento planetario la coincidencia de Obama y Zapatero en las respectivas presidencias del país más poderoso del mundo y del viejo mundo.




Cómo se nos va la cabeza. Me imagino a Pajín levitando cual Santa Teresa frente al atril en el que estaba declamando tal anuncio. Sube y sube, con una sonrisa distraída y dispersa, elevando su mirada hacia arriba, como si estuviese sumida en un absoluto estado de felicidad transitoria. Como si hubiese perdido 10 kilos de golpe y toda la ropa del verano pasado te entrase con facilidad en el cuerpo, como si todos los seres humanos fuesen felices haciendo punto de cruz en plan trabajo cooperativo.




El otro día, un diputado del PP decía que esos "brotes verdes" de los que hablan los socialistas eran de marihuana, y probablemente se las habían fumado.




Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay Pajín... ¿Habrás sido tú la se llevó la mata...?

miércoles, 20 de mayo de 2009

Tú,
la vida perdida
tras el espejo de cristal.

Tú,
los deseos esposados
a un corazón despojado.

Tú,
manos perdidas,
en la piel anhelada.

Tú,
ojos que hablan
el lenguaje del silencio.

Tú, siempre tú,
cuando el mundo se equivoca,
se desgrana la ilusión.

Tú, ¿por qué tú?,
si el mundo está lleno
de otros tus sin conocer.

Tú, eres tú,
la vida eres tú,
el mundo eres tú,
el canto eres tú,
del ruiseñor siempre tú,
los sones de misterio,
enjendrados en el fondo,
del océano de la vida,
que desahoga en el camino,
de la incertidumbre inanimada.

Tú...
Sólo tú.
Al fin tú.

martes, 19 de mayo de 2009

SÉVER LED ALLITROT AL

El otro día, pululando por internet, leí que el restaurante "El Bully", del afamado cocinero Ferrán Adriá, había sido elegido como el mejor restaurante del mundo según una asociación de críticos gastronómicos.
Promovida mi curiosidad por tan distinguida noticia, me adentré un poco en el mundo de este peculiar local. Pude comprobar como el cubierto tenía un precio de arranque de 175 euros por persona, que no está mal. Casi 30.000 de las antiguas pesetas por comer tres platos medio vacíos con sabores raros. Evidentemente no puedo ser objetivo con mi opinión, puesto que no he visitado "El Bully", pero sí es cierto que sí puedo formar mi composición de lo que pueda pensar al respecto. Todos hemos visto en televisión como sacan platos muy blanquitos, con cosas en el centro, y del cual igual sólo se aprovecha el 15 por ciento de la vajilla. Escasísimo alimento donde su secreto reside en la mezcla de los sabores, en las texturas increíbles y en el juego de colores y formas. Pero al fin y al cabo es lo que aquí denominaríamos "una tapa".
Tras un primero, un segundo y un postre de tal calibre, ¿realmente el que come en ese local, come de verdad? ¿Te vas satisfecho a nivel de estómago o a nivel de mente? Me explico. Otra de las indagaciones que hice fue intentar reservar mesa. Pues cual es mi sorpresa que no queda nada libre hasta el 2010. Y que hasta que no comience la temporada nueva, no puedo intentar reservar. Impresionante. Increíble.
Es decir, resumiendo, uno de los restaurantes más exclusivos del mundo y,a su vez, de los más caros (si no el que más), resulta que todo está ocupado sin posibilidad de reservar hasta el año que viene, y sin darte la seguridad de que puedas hacerlo si te entretienes demasiado. Un cubierto de 200 euros media, que siempre será mucho más, y para comer 3 bocaditos y medio.
Estoy de acuerdo en que había gente exclusiva, pero no sabía que en nuestro país hubiese tanta.
Un día, este cocinero podía proponer una jornada de puertas abiertas e invitar a la gente de a pie, a aquellos que nunca tendrían la oportunidad de poder "deleitarse" con tan exclusivísimos manjares.
Qué poco conocemos nuestro entorno...
(Por cierto, el título hay que leerlo frente a un espejo, en homenje a la tortilla del revés que hace este hombre).

jueves, 7 de mayo de 2009

...Y LLEGÓ LA CALÓ


Tras un mes de abril medio loco, parece que mayo viene con fuerza, atacando con altas temperaturas y con todo el sol colándose por las rendijas de nuestra vida para aportarnos vitalidad y, como no, esos sudores, más típicos en zonas costeras, como Motril, que en estas zonas castellanas, donde el calor se transforma más en una sensación de agobio y falta de aire de la cual no nos salvamos ni en la sombra. Tengo la inmensa suerte de que la vivienda que poseo aquí es bastante fresca en verano, con lo cual, no sufro demasiado. Pero eso no quita que, cuando salgamos a la calle, el bofetón de calima nos invite a desandar los pasos dados y regresar al frsco refugio de mi hogar.


En Motril, la historia es distinta. Afortunadamente, cuando voy de vacaciones a mi tierra, paro en el hogar de mis padres, el cual dispone de un agradabilísimo aire acondicionado que mantiene el piso fresco, pero sin pasarse. Pero el problema surge cuando hay que salir a la calle. Hoy por hoy, casi cualquier lugar al que vayamos dispone de refrigeración (últimamente, sensiblemente más baja que otros años, dicen que a causa de la crisis y del ahorro energético, lo cual me parece correcto). Pero ese rato en el que hay que caminar, o cometer la locura de coger el coche, que lleva 3 horas en el solarín, ese rato es insufrible. Tu cuerpo comienza a sudar desesperadamente, como respuesta fisiológica que tiene que hidratar la epidermis en respuesta a las altas temperaturas. Notas como la cabeza comienza a humedecerse, y las gotas, o chorros en otras ocasiones, se dejan caer con violencia a lo largo de la frente, mojando toda la cara, colándose en los ojos, con el consiguiente picor que produce dicho hecho. A la camisa o camiseta se le comienzan a aparecer manchitas oscuras que, en principio, no son molestas, pero que son un verdadero engorro a la hora de mostrarlas en público. Todo el mundo suda, pero hay que ver la vergüenza que nos da mostrar los resultados de ese sudor.


Los pies, si no han sido previamente espolvoreados o rociados con algún producto desodorante, comienzan a resbalarse sobre la base de la chancla o sandalia. Si llevamos zapato o deportivas con calcetines, no se resbalan, pero si que notamos esa humedad que aumenta por momentos, y que hace que sintamos que el pie está en un horno, y que de un momento a otro va a acabar cocido. Cuando llegamos a casa y nos quitamos el calzado, se produce uno de los mejores momentos del verano. El pie sale de su cárcel, y ese ensanchamiento virtual que se produce en dicha extremidad, unido a un extraordinario frescor producido por el cambio de temperatura es un verdadero placer.


Otro de los clásicos del verano motrileño son esas noches en las que la brisa marina no es capaz de bajar las temperaturas, y toca noche de vueltas en la cama, de sudar, de buscar la ráfaga del ventilador, a ver si suple un poquito ese sufrimiento inmundo, que culmina al despertar, con la cabeza apoyada en algo que, al acostarnos era una almohada, y que se ha convertido en un charco sobre la cama.


Ha llegado la caló con todas sus consecuencias... Ventiladores a toda potencia, noches sin dormir, pies ahogados, el asqueroso sudorcito que nos acompaña todos esos meses, las terracitas de los bares donde ni siquiera allí corre una mísera brisilla de mar que nos salve por unos instantes del tremendo bochorno que ya se está empezando a instalar sobre nuestra ciudad...

jueves, 30 de abril de 2009

H1N1


Estamos inmersos en el preludio de una situación peliaguda para la humanidad. Según dicen las autoridades sanitarias, nos encontramos a las puertas de una pandemia (enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región).


La Organización Mundial de la Salud ha elevado el nivel de alerta a 5 (siendo 1 el mínimo y 6 el máximo). ¿Qué está ocurriendo? Se dice que estamos preparados para afrontar esta nueva "peste" mundial, esta nueva enfermedad que nos acecha con virulencia, y que comienza a ser algo bastante serio. ¿Podemos salir a la calle con tranquilidad? ¿Acabaremos con una mascarilla de aquií a unos días? ¿Os imaginais la estampa? Miles de ciudadanos caminando por la calle con la boca "teñida" del azul o verde de dichos artilugios. ¿O en el cine, en el autobús, en misa o en el cole? Y, por supuesto, con el miedo en el cuerpo a ser infectados en cualquier lugar, por cualquier persona.


Ayer salí a la calle. Fui a una de las grandes zonas comerciales de Madrid, el Parque Oeste, con Alcampo, Media Markt, PC City, McDonalds, Burger King, VIPS, e infinidad de centros y restaurantes. Mi objetivo era buscar una impresora. Entro en el primero de los grandes locales en el que intento ver modelos y comparar precios. Pues nada más atravesar el umbral de las puertas correderas, plof, alguien camina en sentido contrario con una mascarilla en el rostro. Una vez en el interior, vuelvo a cruzarme con dos o tres personas en la misma circunstacia. Y así en los diferentes locales en los que entré a informarme.


Da miedo. Supuestamente no hay un peligro inminente. En el colegio, ninguno llevamos mascarilla, y que conste que el centro escolar es una concentración de alto riesgo, puesto que cada alumno pertenece a una familia, que a su vez, se relaciona con personas, que a su vez, vete a saber con quién se han relacionado.


La Ministra de Sanidad recomienda calma, pero al mismo tiempo la OMS está con su alerta 5. ¿A quién creer? ¿A quién le damos la credibilidad? No sé cómo se estará viviendo esta circunstancia por allí, por mi tierra de mar y azúcar... Pero aquí, al ser todo tan magnificado, el tema está latente las 24 horas del día, bien sea por medio de una conversación, bien sea porque hay que enseñar a los alumnos qué es eso del H1N1, bien sea porque vas a la carniería y todas las mujeres preguntan al carnicero que si el filete de lomo que le está vendiendo tiene gripe o no, bien porque te topas con alguien con una mascarilla por la calle...


Epidemia, pandemia, peste, virus, peligro, intranquilidad, quedarse en casa, lavarse mucho las manos, tapabocas, globalización, humanidad, precaución, Mexico, antiviral, casos, caos, muerte... H1N1

viernes, 17 de abril de 2009

OTRA MÁS

Ya se nos fue la Semana Santa del 2009. El Domingo de Resurreción celebramos que el Hijo de Dios resucitó. La Semana de Pasión fue dura. Mucho sufrimiento. Pero al tercer día resucitó. En Andalucía sentimos esta conmemoración como en ningún otro sitio. El sabor andaluz es distinto, único y sin posibilidad de plagio. Sólo los que estamos aquí, y los que vienen de fuera con la mente receptiva son capaces de entender nuestras manifestaciones de culto y admiración hacia nuestros pilares de fe. Pero la semana de esplendor cultural y artístico en nuestras calles y plazas ya ha pasado. Pero la actividad cofrade no. Es cierto que algunos ya guardarán sus trajes de cofrade hasta el año que viene. Desconectan toda vez Jesús vuelve a la vida. Pero la mayoría, los que son cofrades de verdad, están ahí, al pie del cañon, continuando la misión de la que se hacen responsables una vez saben en lo que se han metido. Esto no ha acabado todavia. De hecho, no acaba nunca. Nuestra linea de vida está irremisiblemente unida a nuestro sentir cofrade. Nos sentimos en la obligación de avanzar en nuestro compromiso de seguir exaltando la figura de aquellos titulares que llevamos en nuestro corazón, y de todo lo que ello genera en nuestras conciencias y en nuestra forma de entender la vida como una desinteresada ayuda hacia los demás. El camino aún es largo, gracias a Dios. Todavía tenemos muchas cosas que hacer. Y se cerrará un curso cofrade y se abrirá otro. Y sentiremos tristeza al cerrar uno y estaremos ilusionados cuando inauguremos el siguiente. Este trabajo no tiene descanso. No hay tregua si lo sentimos de verdad. Eso es el sentir cofrade de los hombres y mujeres que formamos este movimiento tan singular y único en el mundo.
Se nos fue otra Semana Santa. Estamos satisfechos. También tristes. Pero igualmente ilusionados porque ya queda menos para la siguiente.

miércoles, 15 de abril de 2009

MIÉRCOLES SANTO EN MOTRIL

La noche se hace más oscura más cerrada, queriendo dibujar un halo de tristeza pero esperanza al mismo tiempo. Los deseos, las ilusiones, las promesas vuelan al viento para formar el palio mágico que cada año cubren el Mayor Consuelo y el Mayor Dolor de una Madre que suplica clemencia ante el Hijo bajo la cruz, símbolo de pecados humanos con los que Él tiene que cargr para salvarlos, y también ante la Madre que llora la muerte del motor de su vida, pero que comprueba como la admiración por Él va más alla de todo pensamiento conocido.
El Gran Poder de un Dios hecho hombre, traído y llevado por los humanos, vilipendiado por sus hermanos en la Tierra, y que demuestra la fortaleza de un ser humano más allá de lo humano, más allá de lo divino, con el poderío de su palabra, de su gesto, de su mirada profunda y perdida en el sacrificio por el bien de los humanos.
Una cuadrilla que respira arte, que destila arte, que expande arte, que reza con los pies bajo sus titulares. La maestría se hace hombre unido bajo el paso, se hace uno para regalar sus corazones hechos uno a sus guías, al Hijo y Madre que llevan y sienten muy dentro de ellos. Jesús del Gran Poder se siente alabado por esas criaturas que le llevan, y le sienten, y le dan la vida espiritual durante todo el año, y con arte y elegancia durante seis horas.
Santísimo Cristo de la Salud, sigue regalando tu gracia y tu bendición sobre todos nosotros, que Tú lo puedes todo, que sabes que nunca estarás solo en tu capilla, que siempre seremos tus acompañantes, como ocurrió el Miércoles Santo en Motril.
Santísimo Cristo de la Salud, tu sencillez es tu grandeza.

miércoles, 8 de abril de 2009

PREVIO MIÉRCOLES SANTO

Amanece Miércoles Santo en Motril. La agradable temperatura invita a pasear por nuestras calles. La flor sigue rompiendo para engalanar aún más la primavera que apenas acaba de comenzar. Parece que el viento quiere marcharse por donde vino, y que el día crezca hacia una noche serena y tranquila, en la que la luna se dibuje en el cielo con la fuerza de un bello presente que se nos transmite. Es la soberbia noche del Miércoles Santo en Motril, donde la muerte y el mayor dolor contenido se convierte en presencia real en nuestras vidas.
Desde el templo de la Victoria y la Casa Hermandad de la Calle de las Monjas se adivinan los nervios a flor de piel. Un momento importante en las hermandades es su estación de penitencia, en la cual recorren las calles regalando al público la gracia de sus imágenes, y dando culto público a Jesús y a María. Los retoques de última hora sumen a sus hermanos en una especie de ilusión por compartir con sus iguales la admiración por sus titulares, pero al mismo tiempo en incertidumbre, repasando que todo esté preparado para la hora de la salida.
El Santísimo Cristo de la Salud es el gran movilizador de gentes, el hombre que tiene los pies gastados dulcemente por los besos y cariños de sus fieles. Es el Hijo humilde, callado, refugiado en su capilla y que, sin embargo, es capaz de hacernos girar nuestra vista hacia Él, de querer tocar sus pies para llenarnos de su gracia, de elevar nuestra mirada hacia su santo Rostro, buscando el gesto de cariño y serenidad que transmiten sus ojos.
Su Madre nos regala el Mayor de los Consuelos. Nos invita desinteresadamente a orar con Ella por su Hijo muerto. Eso lo saben bien una cuadrilla de almas que viven horas intensas portando su santa imagen, llorando porque lo sienten, lo viven y lo demuestran, regalándonos todo su amor en forma de acto de respeto infinito hacia su titular.
En la calle de las Monjas, Jesús del Gran Poder es mimado, y querido, y sentido por sus hermanos. Miles de ojos contemplan su bellísima estampa que nos transmite la fuerza del ser humano en momentos de duras adversidades. Y su Madre pide nuestra compañía, porque el grandísimo dolor que carga es demasiado pesado, y necesita que le aliviemos con nuestra compañía y nuestra oración acompasada al son de su mirada triste y sincera, llena de gracia bendita hacia su Hijo.
Una cuadrilla que se deshace por ellos, que la llevan en sus corazones durante todo el año. Que le dedican su vida cada Miércoles Santo a las 12 de la noche, que despiertan a todo Motril con su arte nacido de la semilla de la devoción y de la responsabilidad de hacer las cosas con la maestría que sólo Jesús del Gran Poder les puede transmitir. Es la cuadrilla de los llantos, de la carne de gallina, de la familiaridad con todos los que no estamos dentro, porque ellos quieren compartir su esfuerzo con nosotros, ellos hacen hermandad desde el paso hacia afuera, con rostros fundidos en la admiración y en el respeto porque saben perfectamente lo que llevan arriba.
Es Miércoles Santo en Motril, por fin, es Miércoles Santo en Motril. Que vuelen las horas hasta la noche para poder sentir, gracias a Dios, un año más, el Miércoles Santo en Motril.

MARTES SANTO EN MOTRIL

El hijo de Dios volvió a ser sentenciado a muerte, sin la más remota posibilidad de imaginar que la historia pudiese cambiar ni un ápice. Pilatos pronunció aquellas palabras que cayeron como una losa sobre el alma de Jesús. Y su Madre asistía envuelta en el sufrimiento infinito como condenaban al fruto de la vida, al ser que más quiso en toda su existencia.
Jesús del Perdón y su Madre Misericordia volvieron a acercarse a todos nosotros una vez más, para darnos su bendición y regalarnos su presencia. La noche se hizo cerrada para intentar ocultar el rostro de dolor de su amado Hijo, pero fue imposible. El dulce sufrir de un ser que conoce su final no puede ocultarse bajo ningún manto de tiniebla, no se puede enmascarar de ningún modo bajo ningún artificio humano. Jesús del Perdón nos demuestra, una vez más, el inmenso poder de una faz dolorida pero calmada, recreada por el maestro Sánchez Mesa para acompañarnos cada Martes Santo y darnos una nueva lección de humildad transmitida hasta lo más interno de nuestro corazón.
Su Madre le acompañaba en silencio, interiorizando algo que se escapa de su entendimiento humano. El Padre no puede salvarlo, de hecho, es necesario que muera para que la salvación se transfigure en todos nosotros. La dulzura del Martes Santo se torna canto de esperanza para todos nosotros, en oración sentida que intenta escapar de su preciosa boca para mostrarnos que la belleza interior supera con creces el exorno exterior, que el verdadero aprendizaje que nos llevamos en el alma es el rezo de la Madre pidiendo por su Hijo, y sacando fuerzas de donde no las hay para hallar el refugio necesario que le haga comprender de algún modo la necesariedad de todo lo que está sucediendo.
Volvió a rozarse la magia a través del canto celestial de las Reverendas Madres Nazarenas, que nos regalaron el momento más especial de la noche, y uno de los más impresionantes de nuestra Semana Mayor. Sus agudas voces convierten en preciosa melodía el canto de los ángeles que reconfortan al Hijo y a la Madre en su incontenible sufrir. El silencio se apodera de la calle de las Monjas para regalar toda la atención a un hilo armonioso de rezos salidos de un ventanuco enrejado y dirigido hacia los titulares que se acercaron anoche a Motril.
Anoche nuestro Motril volvió a radiar sentimiento cofrade en forma de ríos nacidos de las pupilas de todos aquellos que viven y sienten nuestra Semana Santa, que reflexionan y piensan sobre el gran misterio que conmemoramos cada año de nuestras vidas.

martes, 7 de abril de 2009

PREVIO MARTES SANTO EN MOTRIL

Una nueva jornada de Martes Santo ha despertado meciendo las hojas de los árboles. El viento se ha personificado en nuestra ciudad para regalarnos una brisa agradable pero que cala hasta el último hueso de nuestro cuerpo, y que amenaza la cera de la candelería de la Dulzura de la Iglesia del Carmen. El sol resplandece en lo alto de un cielo azul, bello regalo de nuestro Dios para un día especial, en el cual, la pena atraviesa nuestra piel en forma de sentencia condenatoria e irremisiblemente firme que sume a Jesús en el tramo final de su vida terrenal, y que nos anuncia que lo peor está por llegar, y que lo escrito, escrito está. Sones de cornetas despiertan la Plaza del Carmen, avisando que Jesús del Perdón pasará esta noche por allí. Las manos atadas se entrelazan con el dolor de nuestros corazones que padecen la injusticia de una muerte injusta. El barrio de las Angustias engalana sus balcones para que brillen como nunca al paso del Hijo. Las Reverendas Madres Nazarenas afinan sus voces, pero sobre todo afinan su amor para entregárselo incondicionalmente a los titulares que esta noche se acercarán a ellas para bendecirlas y darles su gracia.
En la Iglesia de la Encarnación todo está listo. Ella, desprendiendo belleza por cada uno de los recovecos del centro, Él, impresionantemente majestuoso en su paso, acogiendo a sus hijos que se acercan con devoción. Todos los hermanos están nerviosos porque se acerca la hora de abrir el impresionante portón de la Iglesia para dar paso al misterio más sobrecogedor del Martes Santo, ver a Jesús del Perdón y a María Santísima de la Misericordia, una vez más, reinando en nuestras calles y plazas.
Todo está preparado, todo está dispuesto… Nos preparamos para sentir otro día extraordinario en la Semana Santa de Motril.

LUNES SANTO EN MOTRIL

El Lunes Santo se tiñó de magia en Motril. Jesús Orante volvió a mirar al cielo, esperando el consuelo redentor del Padre en las horas previas al sufrimiento. Y la Madre, dolorida por el llanto incontenido de su corazón, le seguía para transmitirle una dulzura solo propia de Ella, de la Madre de Dios que clamaba Victoria para su Hijo. El sentimiento desatado de una noche cargada de misterio y emociones desbordadas y derramadas por toda la ciudad. Los ojos de una Señora Grande y Hermosa que destilaba pureza sobre los corazones que la llevaban. El rostro limpio e inocente del dolor contenido de la Reina engalanada con los vitores hechos suspiro de todos aquellos que nos acercábamos a vivir su presencia.

Trabajadera y costal portando a su titular con decisión y amor, llevando en volandas al Hijo y a la Madre con absoluta devoción desmedida, fruto del sentir de un costalero que entiende y sabe qué es lo que está ocurriendo en esos momentos. Un imponente paso de misterio que se comía las calles con maestría y poderío, un Palio elegante y lleno de vida que dibujaba arte por cada uno de los rincones de nuestra ciudad.

Un recorrido soberbio, buscando callejas y rincones, el sabor antiguo de un Motril que destilaba el aroma de otros años, de otras épocas.

Acompañamientos musicales de primer orden que regalaban la calidez y la cercanía a los pasos, para rendir un armónico homenaje a las imágenes que brillaban como el sol en la noche cerrada.

Si algún pero hay que apuntar, fue la triste agonía de una banda de música que parece sentenciada ya, y que mostraba dolor y su pena ante sus congéneres, en una suerte de manifestación a destiempo de una muerte anunciada.

Magia en Motril porque es Lunes Santo. Ribetes celestiales coronados con el trabajo bien hecho de una hermandad grande que nos deleitó, una vez más, con su buen hacer y su compromiso adquirido con nuestra Semana Santa. Imágenes portadas con sabiduría y cariño, con tesón y entrega para regalarnos la noche de oración profunda, de recogimiento y, como Jesús Orante, de mirar al cielo esperando el aliento del Padre que nos ayude a seguir adelante en este mundo de intransigencias e hipocresías.

Una año más, la tiniebla se rompió para darnos la belleza de Jesús Orante y María Santísima de la Victoria. Felicidades.

PREVIO LUNES SANTO EN MOTRIL

Amanece Lunes Santo en Motril. El cielo rompe en una explosión de luz y color azulado que augura un día espléndido. El bullicio en la calle se torna familiar. Una jornada habitual en nuestra ciudad. Pero todo se tornará en incertidumbre cuando caigan las 9 de la noche. Jesús ora en el huerto. Se afana en suplir mediante la reflexión interior el calvario que se le avecina. Sus discípulos le acompañan, pero caen en el sueño de la desolación. Jesús queda sólo, con la única compañía del Padre, que le escucha pero que ya tiene escrito su designio que no puede ser modificado. El misterio de la muerte de Cristo comienza a transfigurarse en horrenda realidad. La oración que vuela a las alturas desde el monte de los Olivos, entre la tiniebla de la noche y la soledad de su sufrimiento.
En la Casa de Hermandad ya están dando los últimos retoques previos. Él ya está sobre el imponente paso de Misterio que le servirá de vehículo para derramar su bendición por Motril. La flor ya está colocada en su lugar, las imágenes sujetas con firmeza y el paño está roído después de frotar con delicadeza los componentes plateados del paso para que brillen como el mismo sol. Sus hermanos se sienten nerviosos, inquietos, pero al mismo tiempo reposados y tranquilos. La hora se acerca, pero ya está todo preparado. Lo importante ya está hecho. La unión se hace hermandad para dejar todo atado y bien atado. Esperan el momento en que el portón de la Casa de Hermandad se abra, un Lunes Santo más, y la cruz de guía abra el cortejo y de paso a la magia de un día inolvidable en los corazones motrileños que se arremolinarán, una vez más, en la emblemática Calle de las Cañas, para ofrecernos su estación de penitencia basada principalmente en el instrumento de comunicación con el Padre que nos enseñó su hijo. La oración profunda y sincera dirigida con amor, cariño y respeto, llave del cielo y refugio de nuestros desconsuelos.
Y allí se encuentra Ella, la Reina del Lunes Santo encumbrada en su palio como la Madre de todos nosotros, como la más dulce representación de la amadísima presencia de la ternura y pasión por un Hijo que sufre y que carga la Cruz de nosotros pecadores. Una vez más, su cuadrilla hará gala de la más valiente puesta en escena de la pleitesía que ella merece.
Estaremos allí para arropar y acompañar a Jesús y María en Calle Cañas. La noche más hermosa está a punto de comenzar.

DOMINGO DE RAMOS

El jolgorio de las palmas ya ha tenido lugar. Un extraordinario Domingo de Ramos despertó ayer en la ciudad de Motril para regalarnos momentos de fe y sentimiento cofrade. Jesús y María se plantaron en las calles para regar de pureza cada uno de los rincones de nuestros barrios y de nuestros corazones. Una vez más, la cuadrillas supieron aportar ese tono respetuoso y devocional que convierten su trabajo en una verdadera manifestación artística del ser humano en un aspecto físico atravesado por el color de la admiración hacia sus titulares. Otra vez volvimos a escuchar un Ave María que traspasa nuestra piel para dejarnos emocionados en lo profundo, en lo interno, más allá de la mera expresión cultural que para algunos puede significar una estación de penitencia. La hermandad de la Borriquita nos dejó ese sabor agridulce, compuesto a partes iguales por una dosis de alegría, de triunfo de Jesús llegando a su tierra, de alboroto de niños dibujando sonrisas por las calles, de palmas que nos transportan a un pasado lejano de aclamaciones y vítores al Hijo, y de una Madre que, radiante, nos ofrece su mirada limpia y pura más allá de la condición humana, fruto de las manos de un motrileño que supo dar la impronta especial a una advocación única, y fruto también de unos fieles que la quieren y miman hasta el extremo, y que le lanzan suspiros de amor infinito, y que la llevan en sus corazones, y que la portan bajo sus hombros con arte y dulzura, con cariño y con ternura, haciendo, una vez más, el Domingo más bonito de nuestras vidas. El otro componente es más inquietante. Nos traslada al misterio de lo predecible, al terreno de lo insalvable. Nuestra mente no hace sino recordar que Jesús será traicionado y humillado por el pueblo que lo aclamaba horas antes. Es la incertidumbre que nos embarga cada tarde de Ramos en una mezcla de desasosiego y desesperanza regado con las últimas horas de alegría antes de los momentos duros e inenarrables que recorren nuestras venas cofrades, que se preparan para lo peor.
Domingo de Ramos en Motril, jornada vivida desde las lágrimas de la emoción contenida derramada por nuestros rostros al ver a nuestros titulares en las calles un año más, con la misma ilusión que si fuese el primero porque, como decía ayer alguien, el espíritu cofrade es una sanísima adicción que nos acompaña durante toda nuestra vida y que, sin ella, probablemente, no encontraríamos sentido a la misma.

viernes, 3 de abril de 2009

ADIOS AMIGO

Quizá muchos de vosotros no hayáis tenido la oportunidad de visitar el taller de Pacho. Es una experiencia curiosa. En una gran casa situada en la antigua carretera de Granada tiene su taller. La primera impresión que da al entrar es que parece que lo tiene todo revuelto. Pero nada más lejos. Es una de las pequeñas manías que suelen tener los genios. Su voz profunda y calmada te da la bienvenida y te ofrece su techo con amabilidad y cercanía. Al momento se le pregunta por aquello a por lo que uno va al taller de Pacho: es decir, ver cuál es el avace del trabajo encargado. Y él, con tranquilidad, saca una pequeña pieza y te dice: "¿Qué tal? ¿Os gusta?" Lo estoy haciendo de esta manera y de esta otra y de aquella otra. Te explica el proceso de fabricación con gusto y con un lenguaje simple y cercano, para que lo entendamos. Cuando observas lo que sus manos hacen, pues, inevitablemente, se te dibuja una sonrisa, porque es bonito, porque gusta, porque tiene elegancia, y porque sabes que el encargo está en buenas manos. Su rostro transmite confianza, es bonachón, pausado, tranquilo, como si en su hogar se parase el tiempo. Al observar todo lo que por allí posee, uno queda impresionado porque su mundo está allí, entre esas paredes. Y cuando termina de crear, su mundo se transfigura en obras de arte. En varales, pasos de palio, y miles de artilugios destinados a dar elegancia y prestancia a aquello para lo que fue creado. Su pequeño mundo traspasa el límite de lo humano para tomar tintes extraordinarios y satisfacer muchos corazones que, una vez más, volverán a disfrutar de su magna obra.
Se nos ha ido Gaspar Aragón, Pacho para los amigos, que son muchos, y para el mundo cofrade. Pero, como la buena gente, sus hechos y sus obras han quedado, y seguirán hablando de él por siempre jamás. E imagino que San Pedro ya le ha hecho su primer encargo. Un Palio de divinos varales que cubran a la Madre amadísima en los días de mucha lluvia. Pacho, el cielo es tuyo, y la Tierra es de tu genio. Buen viaje.
(Editorial del 3 de abril del programa "A Golpe de Llamador" de Onda Cero Motril.

domingo, 29 de marzo de 2009

PREGÓN DE EXALTACIÓN AL SANTÍSIMO CRISTO DE LA BUENA MUERTE 2009



Silencio.
Mis torpes palabras rompen la magia de lo callado, de lo interno, la reflexión del corazón retrotrayéndose a un tambor sordo y ciego que camina tras Él. Ausencia de sonidos que forma una melodía aparentemente ausente de sentido, pero cargada de significado y de verdad absoluta cuando se transfigura en nuestros sueños su rostro, también ausente de melodía, con tan sólo el llanto de un instrumento de viento, que riega el tenebroso escenario de calles oscuras y respeto encogido tras labios sellados, que no dejan escapar ni un susurro de alabanza, porque el susurro ya se ha fugado de nuestra alma para viajar junto a Él en la noche de Jueves Santo.
Un sordo, suave y susurrante gemido de corneta despierta la plaza,
Un redoble capado de sonoridad retumba ahogado por la tristeza,
Cadenas esposadas al suelo arrastran un tintineo extraño y machacón,
Zapatillas salpicadas con pies desnudos que avanzan sobre el frio asfalto,
Miles de ojos que brillan con la luz de su faz,
Con la suave caricia de su caminar totalmente despojado de importancia.
Dos ríos de caperuzas negras toman la calle a lado y lado,
Unidos por la cuerda de nuestros pecados,
Penitencias interiores que nadie sabe ni conoce,
Promesas de volver cada año al mismo sitio, al mismo lugar,
Para caminar junto a aquel que ya no camina,
Para velar y acompañar a aquel que en muerte agoniza,
Hermanos y hermanas,
Nos adentramos en la madrugá del Jueves Santo.



Tomando como referencia el Padre Nuestro que oramos al finalizar nuestra Estación de Penitencia, en el cual todos nos cogemos de la mano y somos uno indivisible, todos iguales, todos hermanos, quiero saludaros asimismo. Estimados y queridos hermanos todos, que habéis tenido a bien el acercarse en este día al regazo de nuestro Cristo, bienvenidos y gracias por vuestra asistencia.
En primer lugar quiero agradecer a mi presentador José Manuel, la deferencia que ha tenido para con mi persona, al dedicarme estos minutos que han sido de gran satisfacción para mí, puesto que uno no se acostumbra a ser alagado de tal modo, y con tal cariño, proveniente de un corazón prendido de amistad y respeto mutuo, y que encima es un portentoso poseedor de un verbo hecho prodigio, que con su extraordinaria virtud a la hora de expresar oralmente, fruto de su dedicación, me ha henchido de emoción. Gracias, amigo, y te debo una.
El pasado año me subía por primera vez a este atril, para presentar al pregonero que nos deleitó con su vivencia cofrade en un pregón emotivo, emocionante y, al mismo tiempo, introvertido, de dentro hacia afuera. Este año, vuelvo a estar aquí, pero esta vez para dejarme llevar, para cantaros y contaros lo que me inspira Él, lo que siento, y lo que me sale expresar en estos momentos. Sabéis los que me conocéis que ansiaba poder tener la oportunidad de plasmar lo mucho que llevo en mi interior, con esa forma de expresarme propia y personal, y que me permite darle mi especial impronta a lo que, año tras año, venimos diciendo todos los que somos invitados a encargarnos de tal responsabilidad. Voy a viajar a lo más profundo de mi ser, voy a observar qué bulle en su interior, lo voy a sacar hacia fuera, y lo voy a adornar de vocablos y literatura para hacer a mi Cristo un regalo, pues en definitiva, este pregón es un presente para Aquel que guía mi caminar por este mundo plagado de intransigencia e hipocresía, de guerra y pobreza, y en el cual luchamos por aportar nuestro granito de arena para que el amor a Dios y al prójimo prevalezcan por encima de todas las cosas.
Os quiero comentar que este pregón, según lo he entendido yo, no va a ser fácil ni complaciente. He querido descender a lo más profundo de lo que nuestra imagen representa. He buceado en el dolor y en el castigo injusto que Jesús vivió en sus últimos momentos para llegar a la instantánea que tenemos plasmada en la obra de D. Domingo Sánchez Mesa. Nosotros hacemos una estación de penitencia basada en el silencio, la reflexión y la oración interior, viviendo el luto y la tristeza de lo que queremos expresar en la puesta en la calle de la Hermandad. Por esa razón, esta exaltación debe guardar la misma línea argumental que nos define y nos caracteriza.


La primera parada en este recorrido de sensaciones va a tener como centro de atención la situación presente y las importantes penalidades que nos están tocando vivir en la época actual. La terrible palabra que todos esquivan nombrar, la crisis, se ha instalado entre todos nosotros, como si fuese, desafortunadamente, un miembro más de la familia, una suerte de oveja negra, que está haciendo que muchos se vean con angustiosas situaciones económicas que por nada del mundo esperaban. Son momentos muy difíciles que, en algunos casos, en algunas personas, están siendo motivo ya no de crisis meramente material, sino también de crisis de fe. La gente parece estar perdiendo la esperanza, están abandonado el diálogo con Dios, con Jesús, con María. La oración es cada vez menos el recurso ante el cual las almas se serenan y encuentran el refugio natural a las preocupaciones, y el apoyo verdadero frente a las adversidades. A estas personas quiero invitar desde esta oportunidad que me ofrece el poder estar aquí, para que se acerquen a Jesús, que le sientan en su interior, que sepan con seguridad que en Él tienen al hermano cercano que seguro dibujará en su corazón un resquicio de serenidad para poder dormir un poco mejor en esa noche, y para mirar a sus hijos sin los habituales ojos cristalinos, enjugados por las lágrimas de la impotencia.

Tránsito de almas errantes descarriadas,
Toman el pasillo central del templo,
Sus pies caminan con sigilo,
Caminan solos, conocen el sendero.
Sus miradas ya se han adelantado,
Y están gozando de su presencia,
Que preside el altar,
Con humildad y complacencia.
Sus dedos se entrelazan con dulzura,
Sus rodillas se flexionan con ternura,
Y de sus labios huyen plegarias y rezos,
Que revolotean hasta su santa figura.

Desde la cruz, Jesús se muestra tranquilo,
Sereno y socorrido,
De aquellos que acuden a Él,
Con su fe como único vehículo.
Canto de esperanza,
Sollozo contenido,
Susurro sostenido
De un corazón desvanecido,
Por preocupaciones y lamentos,
De unos tiempos complicados,
De carencias y temores,
De ausencia de alegrías,
Y de apretarse cinturones,
De rezar y pedir al cielo,
Un poco de aliento,
Una luz alentadora,
Que nos enseñe el futuro,
De vacas más gordas,
De tiempos menos duros,
Y de sonrisas regaladas.
Da tu siempre confortante ayuda,
Amigo siempre a nuestro lado,
A aquellos que peor están viviendo,
Momentos duros y atribulados.
A aquellos que no pueden esbozar la alegría,
Porque les ahogan las deudas,
A aquellos que se avergüenzan
De no poder complacer a sus hijos,
De no poder llevarse a la boca,
Ni un triste plato de comida.
Desciende tu infinito amor
Hacia los que más faltos están,
Insufla tu dulce cariño,
Sobre estas almas sin senda,
Para que encuentren en tu faz,
La luz reconfortante, la luz cálida,
La calmada ilusión que relaja el alma,
La palabra cercana vestida de esperanza.
Que si por mí fuese,
Desearía Dios mío,
Quedar yo desamparado,
Para que otros tuviesen tu ayuda.
Pero se con certeza,
Santísimo Cristo adorado,
Que tal cosa no sucedería,
Ni en mi pesadilla más horrenda.
Porque así eres Tú,
Y porque en mi interior lo siento,
Eres luz, eres vida,
Eres puro sentimiento,
Eres rey de las almas,
Y vencedor de lamentos,
Que a la muerte te enfrentaste,
Y victorioso resultaste,
De la más temida lucha,
A la que un ser humano hace frente.
Eres nuestra blanca luz,
Al final del camino,
Eres el reflejo perfecto,
De nuestro ansiado futuro,
Eres hombre de raza,
Eres la vida presente,
Aunque nos empeñemos en llamarte,
Señor de la Buena Muerte.

La segunda parada en este viaje es nuestra hermandad. Pero esta parada va a ser breve, puesto que todos los que estamos aquí, lo estamos precisamente porque, aparte de nuestra demostrada devoción al titular que nos acoge, también consideramos que esta hermandad a la que pertenecemos y con la que simpatizamos, mantiene una idiosincrasia muy personal y propia, que la distingue.
Todos tenemos muy clara la historia de este grupo de hermanos que optaron, hace no muchos años, apostar por un camino distinto, indivisiblemente unido a la entrega al prójimo y a la caridad. No somos amigos de gastos innecesarios, ni de derroches extraordinarios, puesto que lo más extraordinario para todos aquellos que amamos esta cofradía, es poder gastarnos todo lo que tenemos en aquellos que más lo pueden necesitar, para así dibujar una sonrisa, y sin esperar un gracias a cambio, puesto que es algo que forma parte de nuestro trabajo, de nuestra forma de vivir y entender la vida. Todo lo que aquí se hace, se hace por amor, desde las mismísimas entrañas de un corazón entregado a los demás y por los demás, desde el mismísimo núcleo de un mandamiento, el del amor al prójimo, que toma especial relevancia desde el mismo momento en el que cada uno de los hermanos hacemos algo para lo que estamos totalmente entregados: el poder ayudar a los demás. Este es el germen de la hermandad. Y de esa semilla que algunos plantaron en la década de los 80, los que ahora estamos, intentamos regar con generosidad, para que siga creciendo y dando fruto a aquellos que más requieren de ese empujoncito en tiempo de adversidades.
Hacer un una cronología de las acciones que hemos llevado a cabo durante todos estos años sería quizá un tanto extenso. Y como sé que de sobra son conocidas por todos los que aquí os congregáis, pues concluyo diciendo que mientras esta cofradía siga funcionando tal y como lo hace, será siempre ejemplo puro y verdadero de la identidad cristiana y la puesta en práctica del sentimiento de humanidad que debería albergar cada uno de los hombres y mujeres que pueblan este planeta.
Y dicho esto, voy a entrar con paso firme en el tercer momento de este pregón, aquel donde desciendo a la oscuridad de los últimos momentos de Jesús, para intentar encontrar la luz salvadora que nos guíe el camino.

¿Existe la belleza en la muerte?
El Señor de la Buena Muerte descansa sereno, tranquilo, con una templanza relajada, como culmen desahogado de todo el sin vivir que ha experimentado poco antes de expirar.
Es la imagen de un ser humano sin vida, extenuado y dejado a la mano del Padre.
Y sin embargo le miramos. Le miramos con benevolencia y cariño. Le contemplamos con serenidad y calidez. Sin miedo. Cercano. Amable. Amigo. Su rostro reconforta. Sus ojos ocultos tras una tranquilidad apabullante invitan a quedarse junto a ellos, viviendo en un estado de paz infinita y de eterna calma.
Nunca hemos podido imaginar que la muerte pueda albergar belleza. Pero Jesús nos transmite el más bello poema de amor que pueda regalarnos una representación a imagen y semejanza del Hijo. Es el amor en estado puro, un acto de perdón y entrega del Padre para hacernos comprender cuán valioso es el perdón y la entrega incondicional al prójimo.

Entre el Cielo y la Tierra,
Se hierve el infierno,
La muerte de Cristo,
El sufrimiento eterno.
La baqueta muda,
La corneta sollozante,
El silbido de un látigo
Sobre un cuerpo agonizante.
Caminante sobre piedras,
Puntiagudas, dolorosas,
De la infinita senda,
Que al calvario le encomienda.

Quebranto de huesos,
Cansados hasta el límite,
Tendones extenuados,
Y destrozados por el llanto.
Espinas atravesadas
Por el yugo de la tortura,
Ríos ensangrentados
Que recorren su santa figura.
Doliente mirada que muere,
Poco a poco,
Segundo a segundo,
Lágrima tras lágrima.
El alma del Señor de la Buena Muerte
Se diluye,
Se traslada violentamente
De la vida
Al ocaso de la noche sin vida.
El calvario desgarra su voz,
En saeta atronadora,
En un sombrío y oscuro canto,
En un sincopado grito ahogado.
Cruces con redoble de silencio,
Clavos que penetran la madera,
De la carne dolorida y astillada,
Y un reguero ensangrentado de tristeza.
Látigo, flagelo,
Lanza penetrada,
Dolor desatado en la noche sin día,
Luto interior,
Corazones en el ocaso,
Enfrentándose a la verdad incomprendida.
La tristeza se viste de pena,
Por contemplar tan horrenda estampa,
Es inevitable la dolorosa escena cercana,
Es imposible escapar de la certera matanza.
Tus plegarias se escapan del tiempo,
Tus rezos te llevan a la tensa calma,
De la confianza en Tu Padre puesta,
En que la vida volverá a tu alma.
Y sin embargo fluye la luz,
De su rostro derrotado,
Nace la más bella esperanza,
Colorido desencanto,
Resurrecta profecía,
De la batalla ganada,
A la muerte tenebrosa,
A la oscura filigrana.
Porque sabes con certeza,
Que a la muerte vencerías,
Tras tres lúgubres jornadas,
De dolor y vejaciones.
Belleza en muerte,
Paradoja servida,
Lo mismo y lo contrario,
En tu imagen se adivina,
Dolor y esperanza,
Etéreo relajo del alma,
Sustrato amargo de incomprensibles
Cantos ahogados de suplicio,
Suplicio hecho carne,
Carne de costado atravesada,
Atravesada por la amarga y fría lanza,
Lanza forjada con nuestros pecados,
Pecados de un hombre sin rumbo,
Rumbo perdido en el pecado,

Solsticio de oscuridad cegadora,
En lucha constante con la mañana,
La mañana de tu vida sin vida,
La vida sin vida de tu gracia,
Gracia por siempre poseída,
De un color amoratado por el golpe,
Golpe de centurias azotándote,
Para llevarte al calvario por las malas.
La roja sustancia se derrama,
Tras el devenir de la mañana,
Gotas de muerte anunciada,
Que por la rastrera arena se arrastra.
Cuánto dolor desatado,
Cuánta pena acompasada,
Al son de gritos y ofensas,
De un pueblo que no entiende nada.
Mi alma viaja descarriada,
Por ver tan cruel estampa,
Porque mis ojos ya no son ojos,
Sino cuchillos en mi espalda.
La traición se transfigura,
En la imagen de tu calma,
Y mi vida queda atrapada
En tu mirada sosegada.

Llanto, muerte,
Dolor incontenido,
Humillación presente,
Impotencia eternamente.
Extramundo inerte,
Salvación lejana,
Infierno doliente,
Por tu condición humana.
Los crujidos de madera,
Bajo tus pies despojados,
Pregonaban el tormento,
Rechinaban tu quebranto.
Ángeles querubines que revolotean el cielo,
Pinceladas de tiniebla que decoran el aire,
Toneladas de lamentos que dibujan la tierra,
Y gotas de lluvia que salpican las llagas.
Pero Jesús no muere en las calles motrileñas,
Jesús vive para cobijarse entre nosotros,
Motril renace cada Viernes Santo al alba,
Para dar a sus habitantes un rayo de confianza,
La resurrección de la ilusión,
El arcoíris de eterna esperanza,
El rocío de rosa engalanada,
Que da la bienvenida a la mañana,
El lucero que brilla con fuerza,
Para deslumbrar la oscura tiniebla,
La aurora que nace con arte,
Para anunciar la nueva mañana,

Que griten avenidas y calles,
Que canten travesías y plazas,
Porque Jesús de la Buena Muerte,
Ha vuelto para vivir en mi alma.

Cristo muere en la Cruz. Sólo, sin más compañía que su propia fe y su creencia firme en el Padre. Los clavos atraviesan su esperanza de principio a fin, sus espinas se clavan en la confianza hacia Dios como si se tratasen de durísimos actos de valentía que debe afrontar con entereza y disciplina. Pero es muy difícil intentar mantenerse firme ante tal sacrilegio. Jesús lloró, Jesús sufrió, Jesús vivió el dolor en primera persona, con el único apoyo que su propia condición física, la de un ser humano como nosotros, sin milagros, sin alivios, con dureza, con la angustia que provoca en cualquiera de nosotros un dolor agudo que no podemos contener de ninguna manera.

Señor de la Buena Muerte,
Qué advocación tan acertada,
Que diste a la cruz inerte,
La condición de salvadora,
Vida propia y referente,
Del cristiano de raza creyente,
Como el mismísimo sol naciente,
A la bella flor regalada.
Tus pupilas se dilatan,
Cuando la guerra se desata,
Entre hermanos que se matan,
Y naciones que se arrasan.
Tu corazón sufre de pena,
Cuando el dolor se apodera,
De los que menos atesoran,
Y los que más se desesperan.

Tu alma se siente insegura,
Cuando contemplas con amargura,
Que falta mucha dulzura,
En este mundo de locura.
Tu palabra se hace verbo,
Para bendecirnos con tu gracia,
Y sacarnos de este averno,
De pecado que nos atrapa.
Ídolos de papel creados,
Seres inertes idolatrados,
Materialismo afincado,
En el corazón de los humanos.
La sencilla luz de tu mirada,
Rayo de luna calmada,
Reflejo de estrella encumbrada,
Y haz de luceros serenada.
La sentida calidez de tu rostro,
La mullida sensación de contemplarte,
La experiencia de no sentirme solo,
Por vivirme feliz al mirarte.
Tú vas derramando amores
Que a tus hijos vas mojando,
Vas calando corazones,
Y tu Sangre nos va empapando.
Emperador de Motril,
Rey de la vida y el arte,
Tu ciudad quiere amarte,
Y quererte y adorarte,
Y sentirte por las noches,
A su lado al acostarse,
Y vivir siempre y por siempre,
En el regazo de tu temple,
Y que los mimes,
Y que los sientas,
Y que no olvides su presencia,
Y que nazcas a las doce,
Cuando el Jueves se hace Santo,
Y la madrugá se hace reina,
De la noche más eterna,
De la muerte más hermosa,
De la vida más certera,
De las horas más soberbias,
De la vida en penitencia.
Es vivirte, es amarte,
Es por siempre alabarte,
Es sentir el sutil cante,
De la muerte hecha baluarte,

Transmisor de ilusiones,
De esperanzas y contrastes,
De lo oscuro y lo contrario,
De la fuente del amparo,
Cuando riegas sus rincones,
Con la savia de tu presencia,
Con la sangre de tus venas,
Que es la vida hecha promesa,
La promesa de salvarnos,
Cuando el fin llegue a la meta.
Qué serena tu presencia,
Qué presencia susurrante,
Con dulzura y con templanza,
Siempre siento tu viveza.
Qué seguro yo me siento,
Junto a Ti en mi reposo,
Qué tranquilo, qué descanso,
Cuando estoy en tu regazo.

Y llegando este canto,
Al final de su camino,
Querido siempre amigo mío,
Hermano a mi corazón prendido,
Solo una cosa es lo que te pido,
Que cuando llegue mi hora lejana,
De viajar a un mejor destino,
Me enseñes de tu nombre el sentido,
Para cerrar mi vida presente,
A tu lado,
Con una Buena Muerte.

La madrugá desciende como un oscuro manto de luto y tristeza a lo largo de la jornada de Jueves Santo. La sensación acongojada de inseguridad sobrevuela nuestras conciencias. El sexto sentido se prepara para recibir un fuerte golpe directo al corazón. La distancia entre el jolgorio del Domingo de Ramos y la pena de esta noche se va acrecentando a medida que se acerca la fatídica medianoche, en la que sentimos un pellizco retorcido a lo largo de la piel de nuestros temores más aterradores. El pánico se apodera de un ser humano totalmente destrozado, porque conoce que la palabra “asesinato” va a hacerse protagonista de un hecho desgraciadamente constatado y constatable durante casi dos mil años ya. Y a pesar de repetirse cada trescientos sesenta y cinco días, siempre notamos la misma sensación, la misma invasión de desolación interior que nos aborda como un pirata en la nocturnidad de nuestro desasosiego. Es revivir la muerte en primera persona a través del rostro de sufrimiento imparable del hombre nacido de Dios, y con Dios en sí mismo, e infinitamente lleno de Dios, pues es Dios Padre mismo quien lo reconoce como su Hijo amado.
Cuántas veces el amor exige silencios, cuántas veces no se necesita sino permanecer al lado de la persona amada. Cuántas palabras hirientes no debieron salir de nuestra boca, cuántas miradas amables y sinceras valen más que mil palabras. Jesús permanece esta noche, en silencio, junto a los hombres, a los que ama, demostrando el amor con su presencia, sin decir una sola palabra.
Suspiro infinito ahogado en la opaca muralla de nuestros pecados, y que impide el poder liberar nuestro llanto desatado por cada uno de los azotes que los jirones de la piel de Cristo transmite a nuestro ser.
El cántico de tus últimas horas se compone de llantos agónicos, de desesperados gritos de dolor incontenido de afuera hacia adentro, de impotencia desatada, de pánico incomprensible al no entender por qué el Padre le ha dibujado tan cruel destino.
Jesús recorre, un año más, ese itinerario que ya conoce y que todo su pueblo ansía acompañar…

El dulce chirrío del metal ensordece las baldosas,
El atronador silencio respirado en las calles,
Se adueña poco a poco de todos los rincones,
De las callejas adoquinadas y solitarias, dormidas,
De una noche en calma y perdida en la historia,
De un acontecimiento clavado en la memoria,
De un momento esclavizado en el tiempo,
De una crónica en muerte anunciada,
De la presencia amarga en la madrugada,
De sones de amargura entronados en el alma,
De ribetes de luto surgidos de una sentencia,
Sentencia que rompe la vida sagrada,
Con el son de las voces desgarradas.

Caminando con ternura,
Por tu Motril entristecido,
Que desea que tu pureza,
Derrames por todo el camino.
La Libertad de la plaza oscurecida,
Parece que te acoge con ternura,
Ante las miradas ciegas de una noche,
Que destila luto y dulzura.

Cardenal Belluga de baldosas,
Arrastrado esparto sordo,
De capuchones que desfilan sigilosos,
Con dolor rasgado bajo el rostro.
Canalejas en la plaza,
Luces rotas en la estancia,
Los balcones asomados,
Para ver tu bella estampa.
Cruz de Conchas hacia arriba,
Angostura heredada,
De un casco rancio y olvidado,
De un Motril de otras añadas.
A Pozuelo llega el paso,
Con ribetes de mudeza,
Esperando que sus fieles,
Ya desgarren la saeta.
En Garrido todo es calma,
Arboleda sosegada,
Que sutiles arropan tu cara,
Con sus flores que engalanan.
Ciprés regado de tu gracia,
Con ambiente de tristeza,
En la plaza abandonada,
De la vida desolada.
Milanesa es estrecha,
Como la senda de la vida,
Recoveco escondido,
Para rezar con el alma.
Vistabella nos acoge,
Y nos lleva en su regazo,
Con la luz enmudecida,
En el medio del camino.
Bustamante siempre espera,
Con tremenda impaciencia,
A que Cristo desembarque,
Y bendiga la plazuela.
En Cruz Verde la noche es ciega,
La tiniebla se hace canto,
Para recibir con respeto,
Al amado Hijo expirado.
Las Palmeras se rebosan,
De orantes silenciados,
Que observan doloridos,
La paz de tu rostro santo.
Emilio Moré se despliega,
Con palcos abarrotados,
Y palabras de misterio,
Que revuelan por las ondas.
Al final de la plazuela,
Se perfila el cableado,
Díaz Moreu siempre nos hace,
Que caminemos muy agachados.
Romero Civantos es ausencia,
Porque ya están en la Iglesia,
Los que viajan con nosotros,
El camino de la pena.
Plaza España es inmensa,
Qué pequeño se ve el paso,
Allí con calma reviramos,
Para subir la fría escalera.
Frente al templo surge lo mágico,
El silencio se desgaja,
En oración pura y sincera,
Y un Padre Nuestro que nos abraza.

Y otro año se ha cumplido,
Otro año se ha acabado,
Buena Muerte por las calles,
Derramando su presencia,
Encumbrando las callejas,
A avenidas de tristeza,
Elevando cada plaza,
A altares de pureza,
Acariciando cada alma,
Con gracejo y sutileza,
Para llevarla a la calma,
Para transmitirle firmeza,
Porque Él ha vuelto a salir,
Para hacer la noche día,
Para llenar miles de ojos,
De enjugadas pupilas,
Para demostrar una vez más,
La humildad del Poderío,
Y que sepa todo el mundo,
Desde el principio hasta el fin,
Que Tú siempre has sido y serás,
El Gran Señor de Motril.

He dicho.

jueves, 26 de marzo de 2009

QUIERO ESTAR CONTIGO










Al final ha sucedido lo que tenia que pasar. Al final todo ha sucumbido hacia el oscuro abismo de lo incomprensible, de lo inenarrable, de lo impensable, de lo que nadie quería que sucediese. El Maestro no va a regar con su dulce gracia ni la cuesta del Santuario de Nuestra Patrona Coronada, ni calles, ni plazas, ni rincones, ni avenidas, ni corazones, ni almas, ni motrileños que elevan su mirada para contemplar su rostro transmisor de tanto dolor y esperanza al mismo tiempo. Se ha cumplido la profética noticia que ha caído como una pesada losa en el colectivo cofrade de nuestra ciudad. Jesús de Pasión no compartirá con los suyos unas horas de verdadero sentimiento a flor de piel, de penitencia contenida tras un capillo, o sobre unas zapatillas de esparto que cargan con humildad y amor a su titular. Creo que ya no quedan lágrimas tras las pupilas de sus hermanos, de los que le aman, de los que, cada día, despiertan con su presencia dentro de sus corazones, que acuden a Él cuando la adversidad aprieta. Bueno, si es posible que quede alguna, que serán derramadas el próximo Jueves Santo, cuando estén ante el Hijo, allí, en el templo, quieto, sin poder seguirle, y arroparle por las calles, y mecerle en la noche que se prepara para vestir el tiempo de madrugá oscura y con aroma de muerte.

Y tras Él, desde hace poco tiempo, ha caminado Ella. La amarga expresión de la belleza hecha dulce rostro de ternura mullido por la desesperanza vestida de ilusión cercana y de fe puesta en en los designios del Padre. La Madre Amargura, exiquisita representación del más bonito y cariñosísimo poema de amor que alguien haya podido nunca interpretar a través de su vida de entrega, devoción y admiración por su amadísimo Hijo. La Reina Madre que el Jueves Santo surca las calles de nuestro mundo motrileño para desplegar su mimosa palabra en la que nos invita a orar a Dios y a acompañar a su retoño en su tortuoso camino hacia el calvario, monte de nuestros pecados y desvaríos.

Este año no podrá ser. Este año no. Este año la desidia, la torpeza del ser humano, la incompetencia, los tejesmanejes de aquelloos que no han sabido hacer hermandad nos ha llevado a quedarnos sin la estampa que, como la flor que explota en primavera y la llena de color y vida, Pasión y Amargura revisten el Jueves Santo de un especial tono de tristeza pero majestuosidad al mismo tiempo.

Ahora voy con la segunda parte de esta triste entrega. El próximo Jueves Santo esperaremos todos los motrileños que ambos titulares puedan ser expuestos a culto público en el Santuario de Nuestra Señora, para poder rendirles el merecido homenaje, presentarles nuestros respetos y poder acompañarles con nuestras oraciones. Esperamos que las dos imágenes puedan ser trasladadas a Motril para sentirlas cerca de nosotros, rozando nuestro corazón, acariciando nuestra alma con sus preciosísimas lágrimas. Y eso es lo que espero y deseo, puesto que los rumores no son demasiado alagüeños al respecto. Espero que nada de lo escuchado se cumpla. Deseo que el Maestro nos visite el Jueves, y que no esté sólo, sino que le de cobijo y aliento su motrileñísima Madre Amargura. Espero y deseo que todo esto se cumpla tal cual, porque nadie tiene ningún derecho a dejar huérfanos a sus hijos motrileños, porque Ellos, la Madre y el Hijo así no lo quieren. El quiere seguir entre nosotros, protegiéndonos, y Ella desea seguir siendo el puente entre el cielo y Motril, entre las alturas y la playa de levante de la que agradece su suave brisa que mece su cabello. Pasión y Amargura son motrileños por los cuatro costados, son pobladores de nuestra tierra, con raíces enterradas en la admiración y devoción de sus habitantes, que ya son imposibles de arrancar.

lunes, 23 de marzo de 2009

EXPRÉSATE (PASIÓN SIEMPRE EN NUESTRO CORAZÓN)


He decidido abrir este artículo para que os podáis expresar y decir todo aquello que queráis en torno a la no salida del Señor de Pasión y Amargura esta Semana Santa del 2009.

Podeis compartir todo aquello que os apetezca. Dejo libertad y no hago ningún tipo de comentario para que digáis lo que os salga del corazón en torno a esta desafortunada situación.

Los comentarios más relevantes o más expresivos en cuanto a sentimiento cofrade o literario, podrán ser leídos en el programa "A Golpe de Llamador" del próximo viernes.


Un saludo.

viernes, 20 de marzo de 2009

POR TUS HECHOS TE CONOCERÁN

Recuerdo que escuché hace no mucho tiempo, decir a alguien que dentro de las hermandades existían los cortijos. De primeras, ese tipo de comentarios son de los que podríamos calificar gratuitos. Son de ese tipo de comentarios que se lanzan sin ton ni son, intentando polemizar en cualquiera de los casos. Lo que ocurre es que si que te hace pensar. Y, claro, reflexionando, y viendo, en algunas ocasiones, comportamientos de alguna que otra hermandad o cofradía, pues hasta acabas dando la razón al susodicho o susodicha en cuestión.
En diversas ocasiones, hemos visto como cofradías poseedoras de una casa de hermandad, hacen de ella un bunker inexpugnable, en el cual sólo se puede entrar con recomendación. En otras ocasiones, vemos como Juntas de Gobierno hacen y deshacen sin convocar cabildos ni nada que se les parezca. Destituimos y nombramos capataces, hacemos y deshacemos a nuestro antojo y, después, cuando pregunten, pues decimos que era lo mejor para la cofradía, o que esta persona no era la adecuada en el cargo, o que esta casa de hermandad es de la hermandad, pero no es de la hermandad, pero como si fuese de la hermandad, pero que sigue sin ser de la hermandad, y que no pertenece a la hermandad y por eso no te la dejo. Os ha quedado claro, no?
Pues en esas estamos. ¿Dónde ha quedado el sentimiento cristiano en el que se basa fundamentalmente toda nuestra vena cofrade? ¿Dónde queda ese otro sentimiento de sentirnos como hermanos, sabedores de que podemos echar mano de nuestro prójimo, amigo cofrade en este caso, o compañero de barrio, cuando necesitemos de ellos? ¿Dónde queda la fraternidad que debe unirnos a todos como un todo indivisible, donde no existan fisuras de ningún tipo ni rencores de ninguna índole?
Este mundo cofrade es único. Somos pocos, nos conocemos casi todos. ¿Por qué no tendemos la mano al vecino cuando nos la pide, consultamos nuestras acciones cuando repercuten en todos y, en definitiva, practicamos aquello que Jesús nos dejó que decía que nos amásemos como hermanos, como Él nos había amado?
Cada vez que no actuamos del modo adecuado, le estamos dando una patada al evangelio y a todo aquello que, supuestamente predicamos con el ejemplo de nuestras vidas aunque, a la vista de lo que sucede, algunas vidas no puedan servir de ejemplo para nuestro mundo cofrade motrileño.
(Editorial del 20 de marzo de 2009 para el programa "A Golpe de Llamador" de Onda Cero Motril)

lunes, 16 de marzo de 2009

PRESENTACIÓN AL PREGONERO

Y el monte se eleva sobre Getsemaní, floritura de olivos engarzados de sufrimiento anticipado, ante la inminente venida de la certera muerte que acecha como un ladrón en la nocturnidad de su vida. Pero la Victoria se hará presente una vez más, con las lágrimas enjugadas de esperanza, y su rostro destilando tristeza pero confianza al mismo tiempo…


Hermanos de la recoleta Congregación Agustina, Junta de Gobierno y hermanos de la Cofradía de Nuestro Señor en el Huerto de los Olivos y María Santísima de la Victoria, hermanos cofrades, amigos todos.
Este año hace ya nueve que me subí a este atril para cantar a los titulares que residen en este templo y que guían las trayectorias de los cofrades que aquí se congregan. Fue la primera vez que tenía la inmensa responsabilidad de pregonar a un grupo de hermanos y amigos sobre aquello que supone un pilar importante e imprescindible en sus vidas, como es el cariño y afecto que procesan hacia sus titulares. Hoy, nueve años después, han cambiado algunas cosas y, aquello que veía como una responsabilidad temerosa por no saber si estaría a la altura, se ha convertido en un excepcional privilegio que se me concedió en aquel momento, y del cual, hoy por hoy, si habría disfrutado muchísimo más.
Todo esto viene a colación de la importancia que tiene el pregonero a la hora de desarrollar su discurso, pero también para tener en cuenta que el pregonero debe aprender a disfrutar ese privilegio que se le regala y que quiere compartir con sus hermanos.
En este caso nos encontramos con alguien que, aunque suene a manido tópico, no necesita ningún tipo de presentación. Hubiese bastado con decir, aquí tenéis a José Santiago, y disfrutad con él. Habría sido suficiente, sinceramente. José es un hermano que todos conocéis, que ha formado parte de la Historia de la Hermandad prácticamente desde sus inicios, y que ha ocupado diversas ocupaciones dentro de ella. Entonces, el hecho de hablar de la historia personal de este señor, pues puede resultar algo redundante. Así que me voy a centrar en otros aspectos más colindantes, en referentes sensibles que hacen que José sea alguien especial, en lo que podríamos denominar, sus pequeños tesoros cofrades.

Cada uno puede tener diversas opiniones sobre alguien. Es cierto. Algunas personas nos caen mejor, otras nos caen peor. Está claro que nunca llueve a gusto de todos. Pero algo que caracteriza al pregonero de la noche, es que suele tener un mágico hilo de conexión con todo el mundo cofrade. Es poseedor de un magnífico arte diplomático para relacionarse con todos los estamentos de un modo cordial y cercano, con calidez y templanza. Es capaz de acercarse a sus hermanos con sinceridad y humildad, escuchando antes que hablando, aprendiendo antes que departiendo.
Sinceridad he dicho. Pues sí. Nuestro hermano es dueño de la transparencia hecha pensamiento, de la que disfrutamos los cercanos a él, y que tan especial y distinguido le hacen. No hay fisuras, no hay dobleces, lo blanco es blanco y lo negro es negro, no intenta disfrazar de gris aquello con lo que no está de acuerdo en su interior. Esto le hace valedor de una garantía de confianza y de veracidad que hacen que su palabra no sea una duda puesta en boca de alguien, ni una verdad a medias para maquillar un desacuerdo.
Desde los micrófonos de Onda Cero desarrolla su labor informativa, a través de un programa que cumple 11 años ya, y que es la extensión de aquel Incienso y Cera que inauguró de forma contundente las programaciones cofrades de periodicidad semanal. Por cuestiones laborales, tuve que ausentarme de esta mi tierra hacia la Mancha castellana, y me vi obligado a abandonar irremediablemente a mi compañero de batallas sólo ante el micrófono. Al principio los momentos fueron duros. La soledad hacía mella tras tantos años realizando el programa a dos bandas. Pero este periodo de aprendizaje le hizo bien, le ha hecho muy bien. Hoy por hoy, gracias a Dios, me siento orgulloso de lo que hoy es A Golpe de Llamador y. Ha arropado el programa entre sus brazos, le ha mecido y le ha ayudado a crecer. Hoy por hoy ya es adulto, ya tiene vida propia y ya es un referente absolutamente irrefutable de la información cofrade en nuestra ciudad. Amigo, has sabido aprovechar aquella herencia que hiciste tuya hace ya unos cuantos años, y le has insuflado la vida para que todos aquellos que ideamos y pensamos en esa “locura” por aquellos tiempos, como era un programa cofrade semanal, nos sintamos felices al ver la trayectoria recorrida y el buen estado de salud del que goza. Esto ha sido gracias a ti.
Otra de sus dedicaciones más especiales para él se centra en el barrio de Capuchinos, en su hermandad de toda la vida, como él la describe. Desde hace unos años desempeña con acierto el cargo de Hermano Mayor en este grupo de gente de barrio que, por encima de todo, aman y veneran a su Divina Pastora de las Almas. Su empeño está demostrándose día a día, llevando a cabo actuaciones importantes en beneficio de la hermandad, y donde se siente feliz y realizado con su trabajo. Ha elevado a su titular un escalón más cerca del cielo, y al mismo tiempo, un peldaño más cerca de sus vecinos. Y Ella, la Reina, se siente feliz, más arropada y más coqueta que nunca, tras el toque mágico de manos prodigiosas como son las de Antonio Hernández e Israel Cornejo. Felicidades, amigo José, aquel sueño basado en tu amor a la Señora de Capuchinos que barruntabas de pequeño lo has cumplido con creces.
Me gusta tomarme un café con José. Es un ritual, en la plaza de las Palmeras, casi siempre en la misma mesa, uno frente al otro. Se acerca nuestro amigo camarero, que ya nos conoce, pedimos y nos sirve. A continuación nos ponemos a charlar, sin más. ¿El tema? Da igual. No hay tema predefinido. Él me cuenta lo que pasa en esta tierra durante mi ausencia, yo le doy mi opinión sobre lo que escucho. Se produce la magia. Las palabras fluyen sin obstáculo, sin esconderse tras disfraces hipócritas de intentar agradar a tu interlocutor. En esto que pasan por allí amigos comunes. Todos se paran y saludan. Algunos se sientan. Departimos como si nada. Igual de fluido, igual de humano. La capacidad de bienestar que transmite José va más allá de lo que yo puedo escribir en este momento. Es una experiencia de vida que sólo puede hacerse presente a través de la sensación directa de estar cerca del pregonero y sentir, simplemente sentir. Acaba el tiempo de café. Me toca pagar a mí.
José, sabes el tiempo que llevas rumiando este pregón. Muchas veces hemos hablado, y muchas veces has dicho que este es tu pregón, el que llevas dentro, el que sale sólo, el que es parte de ti, y tú formas parte de él. Vas a contarnos sobre la cofradía, sabiendo que tú has sido parte de ella, y vas a contar parte de ti también. Acuérdate que cuando se me encargó esta responsabilidad, hace ya 9 años, tú tenías por ahí fragmentos sueltos, que tenías a bien compartir algunos conmigo. Este es tu momento en esta hermandad, es el momento que has esperado para elevar la vivencia en la Cofradía de la Oración en el Huerto a una experiencia vital a compartir con todos los tuyos. Haznos partícipes, pregonero, de lo que tu verbo arraigado en tus raíces motrileñas y capuchinas es capaz de desplegar con dulzura y delicadeza, con firmeza y arte, con raza y sabiduría.
Sabemos todos de tu amor incondicional a los titulares que hoy presiden este acto. Sabemos todos de tu incondicional admiración a la Madre, principio y fin de tu condición andaluza y mariana por los cuatro costados. Ellos también lo saben, y están impacientes por escucharte, porque perfectamente eres sabedor de que Ellos te quieren y velan por ti, que te tienen por un ser especial, de una estirpe cristiana anclada en la historia de tu andanza por este mundo. Esta es la hora. Ahora te toca regalarnos tu sensibilidad convertida en pureza derramada en forma de palabras que vuelan al cielo de nuestros corazones para demostrarnos, una vez más, cuan grande eres, y cuan infinito es tu amor a Dios.

Que todos saben de tu bondad,
Aquellos que el cielo pueblan,
Querubines angelicales,
Que rubrican tu presencia,
Con pinreles de alabanza,
Y susurros de pureza.
Danos, amigo José,
Tu palabra siempre cierta,
Tu cercano y limpio verbo,
Que corona con acierto,
Cada rezo que tu alma,
Dedica con amor al Padre,
A la Madre Victoriosa,
Y al bendito rey Orante.
Hermanos y hermanas, os dejo con mi amigo, y a su vez el pregonero de esta noche, D. José Antonio Santiago Martín

viernes, 13 de marzo de 2009

Y AL TERCER DÍA...

...y al tercer día resucitó. Es el comienzo tras el fin. Es el verdadero núcleo de nuestra vida cristianay cofrade. Es el culmen de una Semana Santa completa y llena de emoción que desemboca en la verdadera razón por la que celebramos esta Semana Grande. Pue el Domingo de Resurrección, Jesús saldrá de su tumba en todas partes, pero en Motril Jesús no va a resucitar. No va a visitar nuestras calles para sembrar de gozo cada rincón de nuestro Motril. No va a caminar por nuestros angostos senderos para expandir su gracia a cada recobeco de nuestra ciudad.
Y no es que el Hijo Amado nos haya abandonado a la mano de Dios, nunca mejor dicho, sino que e la mano del hombre la culpable de este desbarajuste. A causa de malas gestiones acompañadas de una pésima situación económica, ha llevadoa la hermandad a claudicar este año ante la delicadísima situación en la que se encuentran.
Ojalá este acontecimiento sirva para que vuelvan a coger impulso para reiniciar una nueva andanza, para resurgir de las cenizas, para resucitar de nuevo con fuerzas renovadas...
Se estaba barruntando desde hace ya algún tiempo. Se adivinaba ya desde lejos que el Domingo de Resurrección ib a quedar huérfano este año. Las imágenes quedarán expuestas a culto público para aquellos que nos sintamos con la necesidad de acompañarlas y orar junto a ellas. Espero y deseo que el templo de la Encarnación sea un constante bullicio de gente que entren y salgan, y que arropen a los hermanos de la Cofradía y, sobre todo, a sus imágenes. Desearía que aquello se llenase y fuese una explosión de júbilo y alegría ante la noticia más importante para la humanidad cristiana.
Resulta paradójico, pero sólo el ser humano es el único que puede hacer (metafóricamente) que la resurrección no se produzca. En este caso así ha sido. Nuestra ciudad costera va a quedar menos radiante que de costumbre el próximo día 12 de abril, a causa de una terrible nube en forma de error humano que va a cubrir el sol de la vida resucitada.
Editorial del 13 de Marzo de 2009 para el programa "A Golpe de Llamador" de Onda Cero.

viernes, 6 de marzo de 2009

LA PASIÓN DE PASIÓN

El tema de conversación en estos últimos días es el estado de la Hermandad de Pasión, así como las profundísimas convulsiones que están teniendo en su interior. Este editorial no pretende analizar el problema en profundidad, puesto que considero que no es el momento, ni el lugar, ni existe información necesaria, ni he podido hablar con los implicados en cuestión. Las informaciones que me llegan son las que comparto con mi compañero y amigo José, las que son emitidas en el programa, y las que leo en los foros. Pero, a pesar de todo ello, aún no he tenido la oportunidad de poder reunirme con las partes implicadas para que puedan explicarme.
De todos modos, si me surge una duda. ¿Hasta qué punto estarían dispuestas las partes a reunirse y a poner las cartas sobre la mesa al respecto de la verdadera situación por la que está atravesando? ¿Hasta qué punto estarían las partes dispuestas a ceder para poder llegar a un término medio satisfactorio para ambas partes y beneficioso para la Hermandad? ¿Hasta qué punto una reunión tendría el fruto esperado?
En el foro al cual me he referido anteriormente, propuse la posibilidad de que la Agrupación pudiese hacer de mediadora en una reunión entre ambas partes, para poder aportar su factor de consenso y de intermediaria para poder sacar a la Hermandad del tremendo problema en el que, por desgracia, ya se encuentra inmerso. No sé hasta qué punto podría ser esta la solución, pero si es cierto que si realmente queremos y amamos nuestra Semana Santa, deberíamos estar haciendo todo lo posible porque esta situación pudiese llegar a buen puerto, puesto que todo aquel que quiera de verdad a la Semana Santa Motrileña, va a sentirse absolutamente huérfano cuando, llegado el Jueves Santo, nuestro Señor de Pasión y su Madre Amargura se queden en su templo, sin poder caminar por nuestras calles derramando su bendita gracia entre todos nosotros.
Pero me da la impresión de que ese va a ser el final de est tortuoso camino. Desgraciadamente, da la impresión de que la Hermandad necesita una depuración a fondo, sin querer hablar de qué personas son las que necesitan ser depuradas de dicha Cofradía.
Y los foros cofrades están que arden. Puedo comprender que hay personas que sienten a sus titulares, y que sienten la Hermandad, y que están viviendo en primera persona todo este calvario. Y también entiendo que necesiten expresarse. Pero lo que entiendo un poco menos es cómo pueden estas personas albergar tanta rabia contenida. Por el tono y el contenido de los comentarios, me da la impresión de que esto viene de lejos. Entonces, la pregunta surge instantáneamente. Si esto ya se veía venir, ¿por qué se ha contenido todo tanto? ¿Por qué no ha salido todo esto mucho antes? ¿Por qué da la impresión de que esto era una bomba de relojería de la cual todo el mundo sabía de su existencia, nadie ha dicho nada, y al final ha terminado explotando?
Es absolutamente triste ver cómo los hermanos expresan su más incontenida indignación en los foros y en las conversaciones a pie de calle. Es absolutamente tristísimo contemlar una serie de fotografías que han sido colgadas en estos foros en relación a los pasos de la Hermandad. A mí, personalmente, se me cae el alma al suelo. Entonces, por favor, vamos a no regocijarnos en el dolor que nos está produciendo a todos contemplar todo esto, y por favor, vamos a hacer un esfuerzo por meter hombro todos, los que queremos ayudar, y todos los implicados, para intentar sacar esto a flote, que un Jueves Santo sin Pasión, es como una muerte sin Resurrección.
(Editorial del 6 de marzo de 2009 para el programa "A Golpe de Llamador" de Onda Cero Motril)

jueves, 26 de febrero de 2009

CARTELES IV


CARTELES III


CARTEL DE LA SEMANA SANTA 2009 DE CÁDIZ

CARTELES II


CARTELES


CARTEL PARA LA PROMOCIÓN TURÍSTICA DE LA SEMANA SANTA EN CASTILLA LA MANCHA

40 DÍAS PARA PENSAR

En algún recóndito rincón,
en un lugar de nuestro corazón,
se alberga la emoción,
de ver de nuevo caminar
a las imágenes de nuestra devoción.

Desde la estancia,
se saborea la distancia,
cada vez más escasa,
hacia la tremenda ilusión,
que sentimos cada año,
cuando llega el momento,
el momento más ansiado,
de vivir nuestro calvario,
con el sabor que nos da,
esta tierra que nos parió,
y que es tierra de María.

Rosarios repiqueteando,
palmas que reciben al Hijo,
que reflexiona en el monte
entre olivos y discípulos,
aguardando la Victoria,
que se resiste a llegar.

El Perdón se magnifica,
cuando la Misericordia
se hace presente,
ante los ojos motrileños,
que piden Salud y Consuelo,
cuando la vida es más injusta.
Confían en el Gran Poder,
que desde arriba todo ve,
aliviando el Mayor Dolor,
que una Madre puede resistir.

Nazareno de raza y coraje,
albergando en su interior la Esperanza,
de que la Pasión pronto pase,
que no se acentúe la Amargura,
para llegar dignamente,
a tener una Buena Muerte.

Sepulcros de pena en Motril,
Dolores de luto por la muerte,
la muerte de un hijo Expirado,
en el trágico Valle del calvario.

Yacente pereces ante nuestros ojos,
con la Soledad como unico sirviente,
destrozado por la vida,
albergado por la muerte.

Esperando que llegue el día,
de renacer Resucitado,
de encontrar la Paz enternamente,
para salvarnos de nuestros pecados,
a nosotros, humanos inconscientes.

Es Cuaresma, toca vivir intensamente para llegar a nuestra Semana Santa plenos de energía, pulcritud de espíritu y de mente.


(Editorial del 27 de febrero de 2009 para el programa "A Golpe de Llamador" de Onda Cero Motril)

viernes, 20 de febrero de 2009

DON CARNAL Y DOÑA CUARESMA

En este fin de semana se celebra por toda nuestra geografía las fiestas de Carnaval y el próximo día 25 de febrero será Miércoles de Ceniza. Son dos celebraciones que van estrechamente unidas de la mano, puesto que es una la que da paso a otra.
La palabra carnaval significa adios a la carne, y su origen se remonta a los tiempos en los que, por falta de métodos de refrigeración adecuados, los cristianos tenían la necesidad de acabar antes que empezara la Cuaresma con todos los productos uqe no se podían consumir durante ese periodo (y no sólo carne, sino también leche, huevos, etc.). Con este pretexto, en muchas localidades se organizaban el martes anterior al miércoles de ceniza fiestas populares llamadas carnavales, en los que se consumían todos los productos que se podrían echar a perder durante la Cuaresma. Pero muy pronto empezó a degenerar el sentido del Carnaval, convirtiéndose en un pretexto para organizar grandes comilonas, y para realizar también todos los actos de los cuáles se "arrepentirían" durante la Cuaresma, enmarcados por una serie de festejos y desfiles en los que se exaltaban los placeres de la carne de forma exagerada, tal y como sigue sucediendo en la actualidad en algunos de los Carnavales, como puede ser el de Brasil.
El Miércoles de Ceniza es un día de ayuno y abstinencia. Según la tradición católica, la abstinencia obliga a partir de los 14 años, y el ayuno desde los 18 a los 59 años. El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte durante el día, y la abstinencia es o comer carne. Es un modo de pedirle perdón a Dios por nuestros pecados, y decirle que queremos cambiar en ese aspecto.
La oración también es muy importante en este caso, porque nos ayuda a estar más cerca de Dios, y para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior. Necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios.
Para que nuestra oración tenga fruto debemos evitar lo siguiente:
- La hipocresía, porque Jesús no quiere que oremos para que los demás nos vean llamando la atención con nuestra actitud exterior. Lo que importa es nuestra actitud interior.
- La disipación, que quiere decir que hay que evitar las distracciones lo más posible.
- La multituld de palabras, es decir, que no se trata de hablar mucho o repetir oraciones de memoria, sino de escucha a Dios.
Concluyendo, la ceniza no es un rito mágico que nos quita los pecados. Nuestros pecados son perdonados a través de la reconciliación con uno mismo y con Dios, y con el arrepentimiento sincero y profundo por nuestra parte.
Comienza la Cuaresma. Es un tiempo de pedir perdón a Dios y a nuestro prójimo, y también es un tiempo de perdonar a todos aquellos que, de alguna forma u otra, nos han ofendido o nos han podido hacer algún daño. Es el tiempo de prepararnos para llegar en óptimas condiciones a la Semana Grande en la que conmemoraremo la muerte de Cristo y celebraremos su resurrección. Ya sí que se le ven las orejas a ese periodo tan especial para todos los cofrades, y en el cual nos sentimos profundamente inmiscuidos e implicados. Vamos a tomar la Cuaresma como ese tiempo de reflexión pofunda para renovarnos por dentro y exteriorizarlo hacia fuera a través del perdón y la reconciliación.
(Editorial del 20 de febrero del programa "A Golpe de Llamador" de Onda Cero Radio).