jueves, 30 de abril de 2009

H1N1


Estamos inmersos en el preludio de una situación peliaguda para la humanidad. Según dicen las autoridades sanitarias, nos encontramos a las puertas de una pandemia (enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región).


La Organización Mundial de la Salud ha elevado el nivel de alerta a 5 (siendo 1 el mínimo y 6 el máximo). ¿Qué está ocurriendo? Se dice que estamos preparados para afrontar esta nueva "peste" mundial, esta nueva enfermedad que nos acecha con virulencia, y que comienza a ser algo bastante serio. ¿Podemos salir a la calle con tranquilidad? ¿Acabaremos con una mascarilla de aquií a unos días? ¿Os imaginais la estampa? Miles de ciudadanos caminando por la calle con la boca "teñida" del azul o verde de dichos artilugios. ¿O en el cine, en el autobús, en misa o en el cole? Y, por supuesto, con el miedo en el cuerpo a ser infectados en cualquier lugar, por cualquier persona.


Ayer salí a la calle. Fui a una de las grandes zonas comerciales de Madrid, el Parque Oeste, con Alcampo, Media Markt, PC City, McDonalds, Burger King, VIPS, e infinidad de centros y restaurantes. Mi objetivo era buscar una impresora. Entro en el primero de los grandes locales en el que intento ver modelos y comparar precios. Pues nada más atravesar el umbral de las puertas correderas, plof, alguien camina en sentido contrario con una mascarilla en el rostro. Una vez en el interior, vuelvo a cruzarme con dos o tres personas en la misma circunstacia. Y así en los diferentes locales en los que entré a informarme.


Da miedo. Supuestamente no hay un peligro inminente. En el colegio, ninguno llevamos mascarilla, y que conste que el centro escolar es una concentración de alto riesgo, puesto que cada alumno pertenece a una familia, que a su vez, se relaciona con personas, que a su vez, vete a saber con quién se han relacionado.


La Ministra de Sanidad recomienda calma, pero al mismo tiempo la OMS está con su alerta 5. ¿A quién creer? ¿A quién le damos la credibilidad? No sé cómo se estará viviendo esta circunstancia por allí, por mi tierra de mar y azúcar... Pero aquí, al ser todo tan magnificado, el tema está latente las 24 horas del día, bien sea por medio de una conversación, bien sea porque hay que enseñar a los alumnos qué es eso del H1N1, bien sea porque vas a la carniería y todas las mujeres preguntan al carnicero que si el filete de lomo que le está vendiendo tiene gripe o no, bien porque te topas con alguien con una mascarilla por la calle...


Epidemia, pandemia, peste, virus, peligro, intranquilidad, quedarse en casa, lavarse mucho las manos, tapabocas, globalización, humanidad, precaución, Mexico, antiviral, casos, caos, muerte... H1N1

viernes, 17 de abril de 2009

OTRA MÁS

Ya se nos fue la Semana Santa del 2009. El Domingo de Resurreción celebramos que el Hijo de Dios resucitó. La Semana de Pasión fue dura. Mucho sufrimiento. Pero al tercer día resucitó. En Andalucía sentimos esta conmemoración como en ningún otro sitio. El sabor andaluz es distinto, único y sin posibilidad de plagio. Sólo los que estamos aquí, y los que vienen de fuera con la mente receptiva son capaces de entender nuestras manifestaciones de culto y admiración hacia nuestros pilares de fe. Pero la semana de esplendor cultural y artístico en nuestras calles y plazas ya ha pasado. Pero la actividad cofrade no. Es cierto que algunos ya guardarán sus trajes de cofrade hasta el año que viene. Desconectan toda vez Jesús vuelve a la vida. Pero la mayoría, los que son cofrades de verdad, están ahí, al pie del cañon, continuando la misión de la que se hacen responsables una vez saben en lo que se han metido. Esto no ha acabado todavia. De hecho, no acaba nunca. Nuestra linea de vida está irremisiblemente unida a nuestro sentir cofrade. Nos sentimos en la obligación de avanzar en nuestro compromiso de seguir exaltando la figura de aquellos titulares que llevamos en nuestro corazón, y de todo lo que ello genera en nuestras conciencias y en nuestra forma de entender la vida como una desinteresada ayuda hacia los demás. El camino aún es largo, gracias a Dios. Todavía tenemos muchas cosas que hacer. Y se cerrará un curso cofrade y se abrirá otro. Y sentiremos tristeza al cerrar uno y estaremos ilusionados cuando inauguremos el siguiente. Este trabajo no tiene descanso. No hay tregua si lo sentimos de verdad. Eso es el sentir cofrade de los hombres y mujeres que formamos este movimiento tan singular y único en el mundo.
Se nos fue otra Semana Santa. Estamos satisfechos. También tristes. Pero igualmente ilusionados porque ya queda menos para la siguiente.

miércoles, 15 de abril de 2009

MIÉRCOLES SANTO EN MOTRIL

La noche se hace más oscura más cerrada, queriendo dibujar un halo de tristeza pero esperanza al mismo tiempo. Los deseos, las ilusiones, las promesas vuelan al viento para formar el palio mágico que cada año cubren el Mayor Consuelo y el Mayor Dolor de una Madre que suplica clemencia ante el Hijo bajo la cruz, símbolo de pecados humanos con los que Él tiene que cargr para salvarlos, y también ante la Madre que llora la muerte del motor de su vida, pero que comprueba como la admiración por Él va más alla de todo pensamiento conocido.
El Gran Poder de un Dios hecho hombre, traído y llevado por los humanos, vilipendiado por sus hermanos en la Tierra, y que demuestra la fortaleza de un ser humano más allá de lo humano, más allá de lo divino, con el poderío de su palabra, de su gesto, de su mirada profunda y perdida en el sacrificio por el bien de los humanos.
Una cuadrilla que respira arte, que destila arte, que expande arte, que reza con los pies bajo sus titulares. La maestría se hace hombre unido bajo el paso, se hace uno para regalar sus corazones hechos uno a sus guías, al Hijo y Madre que llevan y sienten muy dentro de ellos. Jesús del Gran Poder se siente alabado por esas criaturas que le llevan, y le sienten, y le dan la vida espiritual durante todo el año, y con arte y elegancia durante seis horas.
Santísimo Cristo de la Salud, sigue regalando tu gracia y tu bendición sobre todos nosotros, que Tú lo puedes todo, que sabes que nunca estarás solo en tu capilla, que siempre seremos tus acompañantes, como ocurrió el Miércoles Santo en Motril.
Santísimo Cristo de la Salud, tu sencillez es tu grandeza.

miércoles, 8 de abril de 2009

PREVIO MIÉRCOLES SANTO

Amanece Miércoles Santo en Motril. La agradable temperatura invita a pasear por nuestras calles. La flor sigue rompiendo para engalanar aún más la primavera que apenas acaba de comenzar. Parece que el viento quiere marcharse por donde vino, y que el día crezca hacia una noche serena y tranquila, en la que la luna se dibuje en el cielo con la fuerza de un bello presente que se nos transmite. Es la soberbia noche del Miércoles Santo en Motril, donde la muerte y el mayor dolor contenido se convierte en presencia real en nuestras vidas.
Desde el templo de la Victoria y la Casa Hermandad de la Calle de las Monjas se adivinan los nervios a flor de piel. Un momento importante en las hermandades es su estación de penitencia, en la cual recorren las calles regalando al público la gracia de sus imágenes, y dando culto público a Jesús y a María. Los retoques de última hora sumen a sus hermanos en una especie de ilusión por compartir con sus iguales la admiración por sus titulares, pero al mismo tiempo en incertidumbre, repasando que todo esté preparado para la hora de la salida.
El Santísimo Cristo de la Salud es el gran movilizador de gentes, el hombre que tiene los pies gastados dulcemente por los besos y cariños de sus fieles. Es el Hijo humilde, callado, refugiado en su capilla y que, sin embargo, es capaz de hacernos girar nuestra vista hacia Él, de querer tocar sus pies para llenarnos de su gracia, de elevar nuestra mirada hacia su santo Rostro, buscando el gesto de cariño y serenidad que transmiten sus ojos.
Su Madre nos regala el Mayor de los Consuelos. Nos invita desinteresadamente a orar con Ella por su Hijo muerto. Eso lo saben bien una cuadrilla de almas que viven horas intensas portando su santa imagen, llorando porque lo sienten, lo viven y lo demuestran, regalándonos todo su amor en forma de acto de respeto infinito hacia su titular.
En la calle de las Monjas, Jesús del Gran Poder es mimado, y querido, y sentido por sus hermanos. Miles de ojos contemplan su bellísima estampa que nos transmite la fuerza del ser humano en momentos de duras adversidades. Y su Madre pide nuestra compañía, porque el grandísimo dolor que carga es demasiado pesado, y necesita que le aliviemos con nuestra compañía y nuestra oración acompasada al son de su mirada triste y sincera, llena de gracia bendita hacia su Hijo.
Una cuadrilla que se deshace por ellos, que la llevan en sus corazones durante todo el año. Que le dedican su vida cada Miércoles Santo a las 12 de la noche, que despiertan a todo Motril con su arte nacido de la semilla de la devoción y de la responsabilidad de hacer las cosas con la maestría que sólo Jesús del Gran Poder les puede transmitir. Es la cuadrilla de los llantos, de la carne de gallina, de la familiaridad con todos los que no estamos dentro, porque ellos quieren compartir su esfuerzo con nosotros, ellos hacen hermandad desde el paso hacia afuera, con rostros fundidos en la admiración y en el respeto porque saben perfectamente lo que llevan arriba.
Es Miércoles Santo en Motril, por fin, es Miércoles Santo en Motril. Que vuelen las horas hasta la noche para poder sentir, gracias a Dios, un año más, el Miércoles Santo en Motril.

MARTES SANTO EN MOTRIL

El hijo de Dios volvió a ser sentenciado a muerte, sin la más remota posibilidad de imaginar que la historia pudiese cambiar ni un ápice. Pilatos pronunció aquellas palabras que cayeron como una losa sobre el alma de Jesús. Y su Madre asistía envuelta en el sufrimiento infinito como condenaban al fruto de la vida, al ser que más quiso en toda su existencia.
Jesús del Perdón y su Madre Misericordia volvieron a acercarse a todos nosotros una vez más, para darnos su bendición y regalarnos su presencia. La noche se hizo cerrada para intentar ocultar el rostro de dolor de su amado Hijo, pero fue imposible. El dulce sufrir de un ser que conoce su final no puede ocultarse bajo ningún manto de tiniebla, no se puede enmascarar de ningún modo bajo ningún artificio humano. Jesús del Perdón nos demuestra, una vez más, el inmenso poder de una faz dolorida pero calmada, recreada por el maestro Sánchez Mesa para acompañarnos cada Martes Santo y darnos una nueva lección de humildad transmitida hasta lo más interno de nuestro corazón.
Su Madre le acompañaba en silencio, interiorizando algo que se escapa de su entendimiento humano. El Padre no puede salvarlo, de hecho, es necesario que muera para que la salvación se transfigure en todos nosotros. La dulzura del Martes Santo se torna canto de esperanza para todos nosotros, en oración sentida que intenta escapar de su preciosa boca para mostrarnos que la belleza interior supera con creces el exorno exterior, que el verdadero aprendizaje que nos llevamos en el alma es el rezo de la Madre pidiendo por su Hijo, y sacando fuerzas de donde no las hay para hallar el refugio necesario que le haga comprender de algún modo la necesariedad de todo lo que está sucediendo.
Volvió a rozarse la magia a través del canto celestial de las Reverendas Madres Nazarenas, que nos regalaron el momento más especial de la noche, y uno de los más impresionantes de nuestra Semana Mayor. Sus agudas voces convierten en preciosa melodía el canto de los ángeles que reconfortan al Hijo y a la Madre en su incontenible sufrir. El silencio se apodera de la calle de las Monjas para regalar toda la atención a un hilo armonioso de rezos salidos de un ventanuco enrejado y dirigido hacia los titulares que se acercaron anoche a Motril.
Anoche nuestro Motril volvió a radiar sentimiento cofrade en forma de ríos nacidos de las pupilas de todos aquellos que viven y sienten nuestra Semana Santa, que reflexionan y piensan sobre el gran misterio que conmemoramos cada año de nuestras vidas.

martes, 7 de abril de 2009

PREVIO MARTES SANTO EN MOTRIL

Una nueva jornada de Martes Santo ha despertado meciendo las hojas de los árboles. El viento se ha personificado en nuestra ciudad para regalarnos una brisa agradable pero que cala hasta el último hueso de nuestro cuerpo, y que amenaza la cera de la candelería de la Dulzura de la Iglesia del Carmen. El sol resplandece en lo alto de un cielo azul, bello regalo de nuestro Dios para un día especial, en el cual, la pena atraviesa nuestra piel en forma de sentencia condenatoria e irremisiblemente firme que sume a Jesús en el tramo final de su vida terrenal, y que nos anuncia que lo peor está por llegar, y que lo escrito, escrito está. Sones de cornetas despiertan la Plaza del Carmen, avisando que Jesús del Perdón pasará esta noche por allí. Las manos atadas se entrelazan con el dolor de nuestros corazones que padecen la injusticia de una muerte injusta. El barrio de las Angustias engalana sus balcones para que brillen como nunca al paso del Hijo. Las Reverendas Madres Nazarenas afinan sus voces, pero sobre todo afinan su amor para entregárselo incondicionalmente a los titulares que esta noche se acercarán a ellas para bendecirlas y darles su gracia.
En la Iglesia de la Encarnación todo está listo. Ella, desprendiendo belleza por cada uno de los recovecos del centro, Él, impresionantemente majestuoso en su paso, acogiendo a sus hijos que se acercan con devoción. Todos los hermanos están nerviosos porque se acerca la hora de abrir el impresionante portón de la Iglesia para dar paso al misterio más sobrecogedor del Martes Santo, ver a Jesús del Perdón y a María Santísima de la Misericordia, una vez más, reinando en nuestras calles y plazas.
Todo está preparado, todo está dispuesto… Nos preparamos para sentir otro día extraordinario en la Semana Santa de Motril.

LUNES SANTO EN MOTRIL

El Lunes Santo se tiñó de magia en Motril. Jesús Orante volvió a mirar al cielo, esperando el consuelo redentor del Padre en las horas previas al sufrimiento. Y la Madre, dolorida por el llanto incontenido de su corazón, le seguía para transmitirle una dulzura solo propia de Ella, de la Madre de Dios que clamaba Victoria para su Hijo. El sentimiento desatado de una noche cargada de misterio y emociones desbordadas y derramadas por toda la ciudad. Los ojos de una Señora Grande y Hermosa que destilaba pureza sobre los corazones que la llevaban. El rostro limpio e inocente del dolor contenido de la Reina engalanada con los vitores hechos suspiro de todos aquellos que nos acercábamos a vivir su presencia.

Trabajadera y costal portando a su titular con decisión y amor, llevando en volandas al Hijo y a la Madre con absoluta devoción desmedida, fruto del sentir de un costalero que entiende y sabe qué es lo que está ocurriendo en esos momentos. Un imponente paso de misterio que se comía las calles con maestría y poderío, un Palio elegante y lleno de vida que dibujaba arte por cada uno de los rincones de nuestra ciudad.

Un recorrido soberbio, buscando callejas y rincones, el sabor antiguo de un Motril que destilaba el aroma de otros años, de otras épocas.

Acompañamientos musicales de primer orden que regalaban la calidez y la cercanía a los pasos, para rendir un armónico homenaje a las imágenes que brillaban como el sol en la noche cerrada.

Si algún pero hay que apuntar, fue la triste agonía de una banda de música que parece sentenciada ya, y que mostraba dolor y su pena ante sus congéneres, en una suerte de manifestación a destiempo de una muerte anunciada.

Magia en Motril porque es Lunes Santo. Ribetes celestiales coronados con el trabajo bien hecho de una hermandad grande que nos deleitó, una vez más, con su buen hacer y su compromiso adquirido con nuestra Semana Santa. Imágenes portadas con sabiduría y cariño, con tesón y entrega para regalarnos la noche de oración profunda, de recogimiento y, como Jesús Orante, de mirar al cielo esperando el aliento del Padre que nos ayude a seguir adelante en este mundo de intransigencias e hipocresías.

Una año más, la tiniebla se rompió para darnos la belleza de Jesús Orante y María Santísima de la Victoria. Felicidades.

PREVIO LUNES SANTO EN MOTRIL

Amanece Lunes Santo en Motril. El cielo rompe en una explosión de luz y color azulado que augura un día espléndido. El bullicio en la calle se torna familiar. Una jornada habitual en nuestra ciudad. Pero todo se tornará en incertidumbre cuando caigan las 9 de la noche. Jesús ora en el huerto. Se afana en suplir mediante la reflexión interior el calvario que se le avecina. Sus discípulos le acompañan, pero caen en el sueño de la desolación. Jesús queda sólo, con la única compañía del Padre, que le escucha pero que ya tiene escrito su designio que no puede ser modificado. El misterio de la muerte de Cristo comienza a transfigurarse en horrenda realidad. La oración que vuela a las alturas desde el monte de los Olivos, entre la tiniebla de la noche y la soledad de su sufrimiento.
En la Casa de Hermandad ya están dando los últimos retoques previos. Él ya está sobre el imponente paso de Misterio que le servirá de vehículo para derramar su bendición por Motril. La flor ya está colocada en su lugar, las imágenes sujetas con firmeza y el paño está roído después de frotar con delicadeza los componentes plateados del paso para que brillen como el mismo sol. Sus hermanos se sienten nerviosos, inquietos, pero al mismo tiempo reposados y tranquilos. La hora se acerca, pero ya está todo preparado. Lo importante ya está hecho. La unión se hace hermandad para dejar todo atado y bien atado. Esperan el momento en que el portón de la Casa de Hermandad se abra, un Lunes Santo más, y la cruz de guía abra el cortejo y de paso a la magia de un día inolvidable en los corazones motrileños que se arremolinarán, una vez más, en la emblemática Calle de las Cañas, para ofrecernos su estación de penitencia basada principalmente en el instrumento de comunicación con el Padre que nos enseñó su hijo. La oración profunda y sincera dirigida con amor, cariño y respeto, llave del cielo y refugio de nuestros desconsuelos.
Y allí se encuentra Ella, la Reina del Lunes Santo encumbrada en su palio como la Madre de todos nosotros, como la más dulce representación de la amadísima presencia de la ternura y pasión por un Hijo que sufre y que carga la Cruz de nosotros pecadores. Una vez más, su cuadrilla hará gala de la más valiente puesta en escena de la pleitesía que ella merece.
Estaremos allí para arropar y acompañar a Jesús y María en Calle Cañas. La noche más hermosa está a punto de comenzar.

DOMINGO DE RAMOS

El jolgorio de las palmas ya ha tenido lugar. Un extraordinario Domingo de Ramos despertó ayer en la ciudad de Motril para regalarnos momentos de fe y sentimiento cofrade. Jesús y María se plantaron en las calles para regar de pureza cada uno de los rincones de nuestros barrios y de nuestros corazones. Una vez más, la cuadrillas supieron aportar ese tono respetuoso y devocional que convierten su trabajo en una verdadera manifestación artística del ser humano en un aspecto físico atravesado por el color de la admiración hacia sus titulares. Otra vez volvimos a escuchar un Ave María que traspasa nuestra piel para dejarnos emocionados en lo profundo, en lo interno, más allá de la mera expresión cultural que para algunos puede significar una estación de penitencia. La hermandad de la Borriquita nos dejó ese sabor agridulce, compuesto a partes iguales por una dosis de alegría, de triunfo de Jesús llegando a su tierra, de alboroto de niños dibujando sonrisas por las calles, de palmas que nos transportan a un pasado lejano de aclamaciones y vítores al Hijo, y de una Madre que, radiante, nos ofrece su mirada limpia y pura más allá de la condición humana, fruto de las manos de un motrileño que supo dar la impronta especial a una advocación única, y fruto también de unos fieles que la quieren y miman hasta el extremo, y que le lanzan suspiros de amor infinito, y que la llevan en sus corazones, y que la portan bajo sus hombros con arte y dulzura, con cariño y con ternura, haciendo, una vez más, el Domingo más bonito de nuestras vidas. El otro componente es más inquietante. Nos traslada al misterio de lo predecible, al terreno de lo insalvable. Nuestra mente no hace sino recordar que Jesús será traicionado y humillado por el pueblo que lo aclamaba horas antes. Es la incertidumbre que nos embarga cada tarde de Ramos en una mezcla de desasosiego y desesperanza regado con las últimas horas de alegría antes de los momentos duros e inenarrables que recorren nuestras venas cofrades, que se preparan para lo peor.
Domingo de Ramos en Motril, jornada vivida desde las lágrimas de la emoción contenida derramada por nuestros rostros al ver a nuestros titulares en las calles un año más, con la misma ilusión que si fuese el primero porque, como decía ayer alguien, el espíritu cofrade es una sanísima adicción que nos acompaña durante toda nuestra vida y que, sin ella, probablemente, no encontraríamos sentido a la misma.

viernes, 3 de abril de 2009

ADIOS AMIGO

Quizá muchos de vosotros no hayáis tenido la oportunidad de visitar el taller de Pacho. Es una experiencia curiosa. En una gran casa situada en la antigua carretera de Granada tiene su taller. La primera impresión que da al entrar es que parece que lo tiene todo revuelto. Pero nada más lejos. Es una de las pequeñas manías que suelen tener los genios. Su voz profunda y calmada te da la bienvenida y te ofrece su techo con amabilidad y cercanía. Al momento se le pregunta por aquello a por lo que uno va al taller de Pacho: es decir, ver cuál es el avace del trabajo encargado. Y él, con tranquilidad, saca una pequeña pieza y te dice: "¿Qué tal? ¿Os gusta?" Lo estoy haciendo de esta manera y de esta otra y de aquella otra. Te explica el proceso de fabricación con gusto y con un lenguaje simple y cercano, para que lo entendamos. Cuando observas lo que sus manos hacen, pues, inevitablemente, se te dibuja una sonrisa, porque es bonito, porque gusta, porque tiene elegancia, y porque sabes que el encargo está en buenas manos. Su rostro transmite confianza, es bonachón, pausado, tranquilo, como si en su hogar se parase el tiempo. Al observar todo lo que por allí posee, uno queda impresionado porque su mundo está allí, entre esas paredes. Y cuando termina de crear, su mundo se transfigura en obras de arte. En varales, pasos de palio, y miles de artilugios destinados a dar elegancia y prestancia a aquello para lo que fue creado. Su pequeño mundo traspasa el límite de lo humano para tomar tintes extraordinarios y satisfacer muchos corazones que, una vez más, volverán a disfrutar de su magna obra.
Se nos ha ido Gaspar Aragón, Pacho para los amigos, que son muchos, y para el mundo cofrade. Pero, como la buena gente, sus hechos y sus obras han quedado, y seguirán hablando de él por siempre jamás. E imagino que San Pedro ya le ha hecho su primer encargo. Un Palio de divinos varales que cubran a la Madre amadísima en los días de mucha lluvia. Pacho, el cielo es tuyo, y la Tierra es de tu genio. Buen viaje.
(Editorial del 3 de abril del programa "A Golpe de Llamador" de Onda Cero Motril.