jueves, 16 de octubre de 2008

MAGÍA EN OTOÑO

La sensación extraña que repercute en todos cuando alguien que te toca va a vivir días importantes, es un sentimiento cercano, agradecido y sincero.
Yo sé a ciencia cierta que mi amigo José está inmerso en dias ajetreados entre unas cosas y otras. Y tú lo sabes, José.
Esa Señora excelsa e inmaculadamente adorada, que es la Reina de Capuchinos, va a posar sus exquisitas plantas en las calles de su tierra, en el asfalto que comparte con sus vecinos desde hace ya vete a saber cuantos años ya.
Dulce aroma a tradición y alabanza se derraman en esta semana octubreña por tan señero rincón de nuestro Motril.
Los susurros de la gente respiran la ilusionante espera del acontecimiento que colma el año ya, a punto de expirar, regalando el más bonito broche prendido en el corazón de cada uno de los que la quieren.
Y ese broche no es otro que compartir altruista y desinteresadamente sonrisas y lágrimas de emoción con la Pastora que les guía y les indica el camino en cada una de sus vidas, la que permanece en vela, cuidando de sus hijos, protegiendo a los suyos y ayudándoles a seguir adelante con todas las garantías que sin duda da la infinita Reina del cielo coronado de ángeles y querubines que sonríen al verla pasar.
Amigos de la hermandad pastoreña y devotos en general de María, os invito a disfrutar con mayúscula este domingo de Ella y con Ella, para que, cuando la jornada llegue a su fin, vuestro corazón se sienta, un año más, un poquito más cerca de Dios.
Que sirvan estas palabras como homenaje al barrio de Capuchinos...