jueves, 6 de noviembre de 2008

LO NORMAL Y LO ANORMAL

¿Qué es lo normal y qué es lo anormal? ¿Qué es lo típico y qué lo atípico? ¿Qué es lo que debiera ser y qué no?
Preguntas y preguntas que se agolpan en mi reflexión al echar un vistazo a los foros.
Uno de ellos, famoso por cierto, encuentro un tema abierto en el cual "parece", y sólo digo "parece" que alguien o alguienes intentan proponer un regreso del vestidor Pedro Bazán a Motril, para reencontrarse con María Santísima de la Misericordia.
Hasta ahí, no habría problema, puesto que Pedro es uno de los grandes en esto de vestir imágenes. No hay duda. Y que sus manos han hecho maravillas en la Santa Madre de Dios de la Iglesia del Carmen, tampoco nadie puede dudarlo.
Pero lo atípico, lo anormal, lo extraño es que he visto que hay un cierto ramalazo intuído de querer quitar de un plumazo a Antonio Hernández. No salgo de mi asombro. No. He leído que Antonio va despotricando de la Misericordia en determinados foros...
Imagino que vosotros, amigos, estáis igual de atónitos que yo. Pues bien, así es. Tal cual lo estoy contando.
Yo soy un defensor a ultranza de lo que, al menos, yo he vivido. De aquello que no vivo, sólo me limito a opinar, pero todo lo que he visto y he sentido sí es algo que pueda contar con total tranquilidad. Y eso es lo que hago con respecto a mi amigo Antonio.
A lo largo de mi extensa vinculación con la Cofradía del Perdón, he tenido la oportunidad de conocer a Antonio desde que era pequeñajo, desde que se acercaba a la Iglesia o a los bajos a echar una mano. Es alguien que, puede tener, como todos, sus defectos y sus virtudes, pero en cuanto a lo que a su madre se refiere, jamás, y repito, jamás he oído de su boca el más mínimo reproche. Todo ha sido pureza y alabanza hacia la Misericordia. Siempre y por siempre. Cuando Pedro Bazán tuvo la dicha de venir a Motril, a vestir a la Reina del Martes Santo, allí estuvo´él siempre, mirando, observando, escudriñando cómo aquel hombre era capaz de construir tantisima belleza con dos simples y humanas manos. Y cuando al fin se atrevió a tocarla él, Ella, en su infinita sabiduría, le esbozó una agradecida sonrisa por resaltar de tan excelsa manera su bello Rostro.
Así que no. Me niego a aceptar que Antonio haya sido capaz en modo alguno de algo así. Igual esto equivocado, igual puede ser. Pero si es así, me gustaria que ese forero o forera diese con pelos y señales aquellos foros o temas en los cuáles está lo que afirma haber visto.
Mientras tanto, me limitaré a opinar que Pedro Bazán es un grandísimo vestidor, pero que Antonio Hernández es el mejor vestidor que tiene Motril hoy en día y sería una pena arrebatarle a su amor más querido, porque sería como arrebatarle la misma vida.
Lo normal sería alabarle y dejarle donde está con todo el gusto del mundo. Lo anormal sería hacer cualquier otra cosa.
(Editorial del programa "A Golpe de Llamador")

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