lunes, 19 de abril de 2010

LA NUBEEEEEEEEEERRRRRR, QUE VIENE LA NUBEEEERRRRRRRR





Durante estos días estamos sufriendo el ataque de una nube. Es la nube volcánica salida del volcán situado bajo el glaciar Eyjafjallajokull, o como narices se diga.
El caos producido por la dichosa nubecita ha sido de órdago. Cientos de aeropuertos cerrados, todo el mundo anda loco, porque miles de vuelos se están cancelando día a día.
Es increíble como un fenómeno (en este caso fenómena, puesto que, como argumentaría la Aído o Aïda, la nube es una miembra) puede poner patas arriba a todo el planeta.



Esta nube está causando muchísimos más problemas que muchos de los actos que, premeditadamente, puede llevar a cabo un ser humano. Es absolutamente increíble comprobar que la naturaleza es inmensamente más poderosa que la raza humana y, que cuando se le planta en las narices, nos deja sumidos en el caos con un simple escupitajo (entendiendo como escupitajo la erupción del volcán Eyjaffffffffffffffjjjjjjjjjjjllllll, bueno, ese volcán).



El mega ministro de fomento y, supuesto próximo vice presi primero del mega gobierno super chuchi zapateril, dio ayer una rueda de prensa memorable. Ofreció a nuestra nación para que sea la puerta de entrada y de salida del contiente europedo. Y cometo la falta de ortografía a propósito, porque imagínense el pedo que se puede montar si todos los aviones que no pueden aterrizar o despegar en otros países, se vienen a hacerlo aquí. Si con cuatro copos de nieve se monta la que se monta en España con el tema del transporte, imaginad qué se puede liar cuando todos los viajeros que van al continente europeo tienen que usar nuestro precario transporte público. Y es que Blanco, con tal de ser centro de atención es capaz de cualquier cosa. Les habrá dicho a sus homólogos que ofrece a su país mega guay para que salgan y entren sus aviones y que, mientras tanto, pos que les invita a una paellita cuando quieran. Estamos sumidos en una crisis tremebunda, somos los siguientes candidatos a pasar por la guillotina presupuestaria después de Grecia, pero seguimos ahí, erre que erre, sacando pecho, prestando dinero que tenemos que pedir prestando, y ofreciendo nuestro territorio para lo que sea.



En fin, la nubecita de las narices parece que se va para otro lado. Pero habría estado simpático que, después de los días que llevamos casi sin ver el sol, ahora que aparece, se hubiese plantado la nube sobre nosotros y hubiese vuelto a ocultar al astro rey. Entonces los sevillanos, que empiezan su feria hoy, son capaces de sacar los ventiladores todos a la vez y apuntarlos hacia el cielo para, al menos, echarla un par de kilómetros más pa'llá del ferial...

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