jueves, 16 de diciembre de 2010

MICRORRELATO 3

Se sentía tan poderoso, tan lleno de sí mismo, que pensó durante mucho tiempo que el mundo estaba a sus pies. Pero el mundo es demasiado grande, y él demasiado pequeño. Cuando quiso darse cuenta, el mundo le engulló sin remisión, como cuando un elefante aspira con su poderosa trompa a una hormiga. No tuvo tiempo ni de respirar cuando todo se le echó encima. Sus aires de grandeza destruyeron su futuro. Un futuro mal construido a base de engaños y desconsideración a los demás. 

Sin tiempo a reaccionar, fue cayendo en el olvido hasta desaparecer de la memoria de todos aquellos que le rodeaban. 

El presidente de aquel país sumido en la más inmunda miseria cometió el error de traicionar todo aquello que más quería. Los suyos. Tras ser cazado en múltiples indecencias, el pueblo le obligó a marcharse, y se marchó, por la puerta de atrás, sin poder tan siquiera decir adiós, porque negaron la palabra para siempre.

Desapareció para siempre y,  el pueblo, aquel pueblo que en su momento le encumbró, pudo por fin respirar tranquilo...

1 comentario:

Frayle dijo...

2 palabras: Hello Kity