
Saludos a todos. Este es un espacio absolutamente libre para opinar, pensar, reflexionar y esparcirse por el universo cibernético a través de un pequeño hueco en la red de redes. Bienvenidos.
jueves, 30 de abril de 2009
H1N1

viernes, 17 de abril de 2009
OTRA MÁS
miércoles, 15 de abril de 2009
MIÉRCOLES SANTO EN MOTRIL
miércoles, 8 de abril de 2009
PREVIO MIÉRCOLES SANTO
Desde el templo de la Victoria y la Casa Hermandad de la Calle de las Monjas se adivinan los nervios a flor de piel. Un momento importante en las hermandades es su estación de penitencia, en la cual recorren las calles regalando al público la gracia de sus imágenes, y dando culto público a Jesús y a María. Los retoques de última hora sumen a sus hermanos en una especie de ilusión por compartir con sus iguales la admiración por sus titulares, pero al mismo tiempo en incertidumbre, repasando que todo esté preparado para la hora de la salida.
El Santísimo Cristo de la Salud es el gran movilizador de gentes, el hombre que tiene los pies gastados dulcemente por los besos y cariños de sus fieles. Es el Hijo humilde, callado, refugiado en su capilla y que, sin embargo, es capaz de hacernos girar nuestra vista hacia Él, de querer tocar sus pies para llenarnos de su gracia, de elevar nuestra mirada hacia su santo Rostro, buscando el gesto de cariño y serenidad que transmiten sus ojos.
Su Madre nos regala el Mayor de los Consuelos. Nos invita desinteresadamente a orar con Ella por su Hijo muerto. Eso lo saben bien una cuadrilla de almas que viven horas intensas portando su santa imagen, llorando porque lo sienten, lo viven y lo demuestran, regalándonos todo su amor en forma de acto de respeto infinito hacia su titular.
En la calle de las Monjas, Jesús del Gran Poder es mimado, y querido, y sentido por sus hermanos. Miles de ojos contemplan su bellísima estampa que nos transmite la fuerza del ser humano en momentos de duras adversidades. Y su Madre pide nuestra compañía, porque el grandísimo dolor que carga es demasiado pesado, y necesita que le aliviemos con nuestra compañía y nuestra oración acompasada al son de su mirada triste y sincera, llena de gracia bendita hacia su Hijo.
Una cuadrilla que se deshace por ellos, que la llevan en sus corazones durante todo el año. Que le dedican su vida cada Miércoles Santo a las 12 de la noche, que despiertan a todo Motril con su arte nacido de la semilla de la devoción y de la responsabilidad de hacer las cosas con la maestría que sólo Jesús del Gran Poder les puede transmitir. Es la cuadrilla de los llantos, de la carne de gallina, de la familiaridad con todos los que no estamos dentro, porque ellos quieren compartir su esfuerzo con nosotros, ellos hacen hermandad desde el paso hacia afuera, con rostros fundidos en la admiración y en el respeto porque saben perfectamente lo que llevan arriba.
Es Miércoles Santo en Motril, por fin, es Miércoles Santo en Motril. Que vuelen las horas hasta la noche para poder sentir, gracias a Dios, un año más, el Miércoles Santo en Motril.
MARTES SANTO EN MOTRIL
Jesús del Perdón y su Madre Misericordia volvieron a acercarse a todos nosotros una vez más, para darnos su bendición y regalarnos su presencia. La noche se hizo cerrada para intentar ocultar el rostro de dolor de su amado Hijo, pero fue imposible. El dulce sufrir de un ser que conoce su final no puede ocultarse bajo ningún manto de tiniebla, no se puede enmascarar de ningún modo bajo ningún artificio humano. Jesús del Perdón nos demuestra, una vez más, el inmenso poder de una faz dolorida pero calmada, recreada por el maestro Sánchez Mesa para acompañarnos cada Martes Santo y darnos una nueva lección de humildad transmitida hasta lo más interno de nuestro corazón.
Su Madre le acompañaba en silencio, interiorizando algo que se escapa de su entendimiento humano. El Padre no puede salvarlo, de hecho, es necesario que muera para que la salvación se transfigure en todos nosotros. La dulzura del Martes Santo se torna canto de esperanza para todos nosotros, en oración sentida que intenta escapar de su preciosa boca para mostrarnos que la belleza interior supera con creces el exorno exterior, que el verdadero aprendizaje que nos llevamos en el alma es el rezo de la Madre pidiendo por su Hijo, y sacando fuerzas de donde no las hay para hallar el refugio necesario que le haga comprender de algún modo la necesariedad de todo lo que está sucediendo.
Volvió a rozarse la magia a través del canto celestial de las Reverendas Madres Nazarenas, que nos regalaron el momento más especial de la noche, y uno de los más impresionantes de nuestra Semana Mayor. Sus agudas voces convierten en preciosa melodía el canto de los ángeles que reconfortan al Hijo y a la Madre en su incontenible sufrir. El silencio se apodera de la calle de las Monjas para regalar toda la atención a un hilo armonioso de rezos salidos de un ventanuco enrejado y dirigido hacia los titulares que se acercaron anoche a Motril.
Anoche nuestro Motril volvió a radiar sentimiento cofrade en forma de ríos nacidos de las pupilas de todos aquellos que viven y sienten nuestra Semana Santa, que reflexionan y piensan sobre el gran misterio que conmemoramos cada año de nuestras vidas.
martes, 7 de abril de 2009
PREVIO MARTES SANTO EN MOTRIL
En la Iglesia de la Encarnación todo está listo. Ella, desprendiendo belleza por cada uno de los recovecos del centro, Él, impresionantemente majestuoso en su paso, acogiendo a sus hijos que se acercan con devoción. Todos los hermanos están nerviosos porque se acerca la hora de abrir el impresionante portón de la Iglesia para dar paso al misterio más sobrecogedor del Martes Santo, ver a Jesús del Perdón y a María Santísima de la Misericordia, una vez más, reinando en nuestras calles y plazas.
Todo está preparado, todo está dispuesto… Nos preparamos para sentir otro día extraordinario en la Semana Santa de Motril.
LUNES SANTO EN MOTRIL
Trabajadera y costal portando a su titular con decisión y amor, llevando en volandas al Hijo y a la Madre con absoluta devoción desmedida, fruto del sentir de un costalero que entiende y sabe qué es lo que está ocurriendo en esos momentos. Un imponente paso de misterio que se comía las calles con maestría y poderío, un Palio elegante y lleno de vida que dibujaba arte por cada uno de los rincones de nuestra ciudad.
Un recorrido soberbio, buscando callejas y rincones, el sabor antiguo de un Motril que destilaba el aroma de otros años, de otras épocas.
Acompañamientos musicales de primer orden que regalaban la calidez y la cercanía a los pasos, para rendir un armónico homenaje a las imágenes que brillaban como el sol en la noche cerrada.
Si algún pero hay que apuntar, fue la triste agonía de una banda de música que parece sentenciada ya, y que mostraba dolor y su pena ante sus congéneres, en una suerte de manifestación a destiempo de una muerte anunciada.
Magia en Motril porque es Lunes Santo. Ribetes celestiales coronados con el trabajo bien hecho de una hermandad grande que nos deleitó, una vez más, con su buen hacer y su compromiso adquirido con nuestra Semana Santa. Imágenes portadas con sabiduría y cariño, con tesón y entrega para regalarnos la noche de oración profunda, de recogimiento y, como Jesús Orante, de mirar al cielo esperando el aliento del Padre que nos ayude a seguir adelante en este mundo de intransigencias e hipocresías.
Una año más, la tiniebla se rompió para darnos la belleza de Jesús Orante y María Santísima de la Victoria. Felicidades.
PREVIO LUNES SANTO EN MOTRIL
En la Casa de Hermandad ya están dando los últimos retoques previos. Él ya está sobre el imponente paso de Misterio que le servirá de vehículo para derramar su bendición por Motril. La flor ya está colocada en su lugar, las imágenes sujetas con firmeza y el paño está roído después de frotar con delicadeza los componentes plateados del paso para que brillen como el mismo sol. Sus hermanos se sienten nerviosos, inquietos, pero al mismo tiempo reposados y tranquilos. La hora se acerca, pero ya está todo preparado. Lo importante ya está hecho. La unión se hace hermandad para dejar todo atado y bien atado. Esperan el momento en que el portón de la Casa de Hermandad se abra, un Lunes Santo más, y la cruz de guía abra el cortejo y de paso a la magia de un día inolvidable en los corazones motrileños que se arremolinarán, una vez más, en la emblemática Calle de las Cañas, para ofrecernos su estación de penitencia basada principalmente en el instrumento de comunicación con el Padre que nos enseñó su hijo. La oración profunda y sincera dirigida con amor, cariño y respeto, llave del cielo y refugio de nuestros desconsuelos.
Y allí se encuentra Ella, la Reina del Lunes Santo encumbrada en su palio como la Madre de todos nosotros, como la más dulce representación de la amadísima presencia de la ternura y pasión por un Hijo que sufre y que carga la Cruz de nosotros pecadores. Una vez más, su cuadrilla hará gala de la más valiente puesta en escena de la pleitesía que ella merece.
Estaremos allí para arropar y acompañar a Jesús y María en Calle Cañas. La noche más hermosa está a punto de comenzar.
DOMINGO DE RAMOS
El jolgorio de las palmas ya ha tenido lugar. Un extraordinario Domingo de Ramos despertó ayer en la ciudad de Motril para regalarnos momentos de fe y sentimiento cofrade. Jesús y María se plantaron en las calles para regar de pureza cada uno de los rincones de nuestros barrios y de nuestros corazones. Una vez más, la cuadrillas supieron aportar ese tono respetuoso y devocional que convierten su trabajo en una verdadera manifestación artística del ser humano en un aspecto físico atravesado por el color de la admiración hacia sus titulares. Otra vez volvimos a escuchar un Ave María que traspasa nuestra piel para dejarnos emocionados en lo profundo, en lo interno, más allá de la mera expresión cultural que para algunos puede significar una estación de penitencia. La hermandad de la Borriquita nos dejó ese sabor agridulce, compuesto a partes iguales por una dosis de alegría, de triunfo de Jesús llegando a su tierra, de alboroto de niños dibujando sonrisas por las calles, de palmas que nos transportan a un pasado lejano de aclamaciones y vítores al Hijo, y de una Madre que, radiante, nos ofrece su mirada limpia y pura más allá de la condición humana, fruto de las manos de un motrileño que supo dar la impronta especial a una advocación única, y fruto también de unos fieles que la quieren y miman hasta el extremo, y que le lanzan suspiros de amor infinito, y que la llevan en sus corazones, y que la portan bajo sus hombros con arte y dulzura, con cariño y con ternura, haciendo, una vez más, el Domingo más bonito de nuestras vidas. El otro componente es más inquietante. Nos traslada al misterio de lo predecible, al terreno de lo insalvable. Nuestra mente no hace sino recordar que Jesús será traicionado y humillado por el pueblo que lo aclamaba horas antes. Es la incertidumbre que nos embarga cada tarde de Ramos en una mezcla de desasosiego y desesperanza regado con las últimas horas de alegría antes de los momentos duros e inenarrables que recorren nuestras venas cofrades, que se preparan para lo peor.
Domingo de Ramos en Motril, jornada vivida desde las lágrimas de la emoción contenida derramada por nuestros rostros al ver a nuestros titulares en las calles un año más, con la misma ilusión que si fuese el primero porque, como decía ayer alguien, el espíritu cofrade es una sanísima adicción que nos acompaña durante toda nuestra vida y que, sin ella, probablemente, no encontraríamos sentido a la misma.