viernes, 17 de abril de 2009

OTRA MÁS

Ya se nos fue la Semana Santa del 2009. El Domingo de Resurreción celebramos que el Hijo de Dios resucitó. La Semana de Pasión fue dura. Mucho sufrimiento. Pero al tercer día resucitó. En Andalucía sentimos esta conmemoración como en ningún otro sitio. El sabor andaluz es distinto, único y sin posibilidad de plagio. Sólo los que estamos aquí, y los que vienen de fuera con la mente receptiva son capaces de entender nuestras manifestaciones de culto y admiración hacia nuestros pilares de fe. Pero la semana de esplendor cultural y artístico en nuestras calles y plazas ya ha pasado. Pero la actividad cofrade no. Es cierto que algunos ya guardarán sus trajes de cofrade hasta el año que viene. Desconectan toda vez Jesús vuelve a la vida. Pero la mayoría, los que son cofrades de verdad, están ahí, al pie del cañon, continuando la misión de la que se hacen responsables una vez saben en lo que se han metido. Esto no ha acabado todavia. De hecho, no acaba nunca. Nuestra linea de vida está irremisiblemente unida a nuestro sentir cofrade. Nos sentimos en la obligación de avanzar en nuestro compromiso de seguir exaltando la figura de aquellos titulares que llevamos en nuestro corazón, y de todo lo que ello genera en nuestras conciencias y en nuestra forma de entender la vida como una desinteresada ayuda hacia los demás. El camino aún es largo, gracias a Dios. Todavía tenemos muchas cosas que hacer. Y se cerrará un curso cofrade y se abrirá otro. Y sentiremos tristeza al cerrar uno y estaremos ilusionados cuando inauguremos el siguiente. Este trabajo no tiene descanso. No hay tregua si lo sentimos de verdad. Eso es el sentir cofrade de los hombres y mujeres que formamos este movimiento tan singular y único en el mundo.
Se nos fue otra Semana Santa. Estamos satisfechos. También tristes. Pero igualmente ilusionados porque ya queda menos para la siguiente.

1 comentario:

Fermín Anguita Fortes dijo...

Espero que lo de 'tristes' no digas por la panzá de reir que nos dimos el martes santo, cuando no nos veía nadie... Ya te vale. JJJJ. ¿Qué sería de la semana santa sin esos ratos inolvidables?.
Hasta pronto, hermano.